Muchos expertos parecen advertir que hacer demasiadas fotos disminuye la capacidad de recordar en la práctica.
En muchos sentidos, las fotos se han vuelto sinónimo de compartir, no de rememorar. Una costumbre que está siendo usada por todo el mundo.
Hoy en día, la gente toma fotos, no solamente de acontecimientos especiales, sino de prácticamente todo: un platillo con buen aspecto, su mascota, un paisaje que les guste o hasta de sí mismos. Por eso, mucha gente empieza a hacerse la siguiente pregunta "¿Por qué existe ese interés de fotografiar algo en lugar de experimentarlo en el momento?”.
La explicación más lógica es que, hoy en día, las fotos no son para recordar algo, sino para compartirlo, documentarlo y, además, es gratis. No obstante ¿Qué sucedería si tomar muchas fotos con el teléfono no fuese bueno para los recuerdos, sino todo lo contrario?
Las fotos y los recuerdos
Para entenderlo, hay que partir de la base de que las fotos siempre han tenido un fin claro, inmortalizar algo o ayudar a que un instante no se olvide.
En cambio, el hecho de que la gente actualmente tome demasiadas fotos puede provocar el efecto contrario, que las fotos carezcan de cualquier valor. No solo eso, sino que también puede afectar los recuerdos propios, como bien demostró un estudio realizado en el 2013 por la Universidad de Fairfield.
El estudio consistió en dividir a sus alumnos en dos grupos durante una visita a un museo. Un grupo estaba haciendo fotos mientras otros simplemente observaban las obras. El resultado fue que el segundo grupo recordaba mejor los detalles pasado un tiempo.
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Esto va en consonancia con otros estudios como el de la Universidad de British Columbia de Canada en el 2002 acerca de la correlación entre las fotos y los recuerdos. Las conclusiones apuntan en la misma dirección, hacer fotos de todo, es como si se le estuviera dando tiempo libre al cerebro, diciéndole que no tiene que esforzarse para recordar las cosas.
Se podría decir que las cámaras digitales (principalmente las del teléfono) no solo están cambiando la forma de tomar y compartir fotos con los demás. También, de alguna forma, están modificando la manera en la que mucha gente (especialmente los jóvenes) recuerdan las cosas.
Peligros de tomar demasiadas fotos con el móvil
El principal problema de tomar fotografías en exceso con el móvil es que provoca cierta desconexión emocional con el tiempo presente. Es decir, que genera cierta sensación de desapego con respecto al tiempo actual. Esto junto con los problemas de memoria, termina generando problemas prácticos.
A nivel del móvil, desemboca problemas de espacio y seguridad en el dispositivo, como perdida de datos o mayor peligro de perder control de las imágenes personales.
Mención aparte merecen las redes sociales y los problemas de obsesión, autoestima y seguridad que una publicación incesante de fotos suele ocasionar. Aunque las redes sociales son un tema en si por muchas razones, los daños con respecto a la memoria es uno a tener en cuenta.
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Con información de Computer Hoy.
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2024-07-05
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