El amor propio se basa en la consideración positiva de sí mismo. Es tenerse aprecio, afinidad y aceptarse por su físico, carácter, personalidad, actitudes, comportamientos, etc. Según los expertos, esto tiene que ver en parte con la autoestima y la autocompasión.
Para lograrlo, es necesario aprender a perdonarse y comprender que hay cosas que no se pueden controlar; también es imprescindible cuidar la salud física y mental, además de elegir bien el círculo con el que se rodea.
En tal sentido, la clave está en aceptarse y amarse incondicionalmente, por y para tu bienestar físico y emocional.
¿Cómo construir el amor propio?
Cuidar de ti mismo es fundamental en el acto de amor propio, y para ello debes cultivar la relación que tengas contigo mismo, atendiendo tus conductas, vigilando tus pensamientos y actitudes, etc. También debes aceptarte tal como eres, mirarte con cariño y respeto, y desarrollar conductas de autocuidado.
Además, practica el agradecimiento, perdónate, evita compararte con otras personas y cambia la manera en que te hablas a ti mismo.
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¿Qué necesitas?
Cuando de cultivar el amor propio se trata, cada persona debe tomar las riendas de su vida y aprender a cuidarse tanto física como emocionalmente, y así protegerse de influencias externas que puedan destruir la autoestima. En otras palabras, para que la persona se sienta bien consigo mismo es importante darle cabida en su vida a estos “ingredientes" o "vitaminas" para el alma:
– Paciencia.
– Felicidad.
– Confianza.
– Empatía.
– Amor.
– Respeto.
– Pasión.
– Comprensión.
– Valentía.
Todos estos valores ayudan a fortalecer el vínculo emocional que se tiene consigo mismo y, por ende, permite tener más confianza y hasta mejora su calidad de vida.
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2024-06-25
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