Tener un huerto en casa cada día se vuelve más popular. La pandemia no solo nos dejó el confinamiento y los tapabocas, sino que también nos enseñó la importancia de cultivar nuestros propios alimentos.
El huerto urbano es aquel espacio que destinamos para cultivar flores, plantas, hortalizas y/o frutas a escala doméstica. Pero esta cultura de cultivar no es de ahora. Se sabe que durante la época Neolítica, las mujeres cultivaban semillas alrededor de sus casas.
Estudios demuestran que el contacto con las plantas estimula el amor por la naturaleza, ayudando el equilibrio biológico y psíquico, lo que se refleja en una mejor calidad de vida.
En la actualidad, los huertos se han convertido en la mejor manera de proveer productos eclógicos al hogar, de una manera sana, sostenible y cuidando el medio ambiente.
Bienestar que nos aporta el huerto
Además de estar con contacto con la naturaleza y consumir alimentos cultivados por nosotros mismos, tener un huerto urbano en casa nos porta grandes beneficios.
Productos
Sin duda que el huerto es la mejor manera de tener productos autóctonos y de temporada como ingrediente de nuestras comidas. Pero no solo nos aporta ese privilegio, sino que nos aseguramos que lo que consumimos está libre de plagas, pesticidas, es muy fresco y de alta calidad.
Esto nos permitirá consumir lo mejor de cada temporada, haciendo de nuestra dieta diaria más sana y equilibrada.
Cosecha
Nada más gratificante que ver crecer lo que sembramos. Al tener una cosecha lista, podremos cultivar específicamente lo que vamos a consumir. Esto te permitirá darle un mal uso a los productos, como también reducirás l cantidad de comida desechada.
Aprendizaje
Tener un huerto es la mejor manera de aprender a cultivar, así como también involucrar a los hijos en la enseñanza del cultivo. El plantar, ver como germina y crece la semilla y cosecharla, es la mejor manera de que los niños y adultos aprendan jugando y desarrollen su creatividad.
Además, se aprende el sentido de responsabilidad y amor por la naturaleza. Parte importante en la educación emocional de los niños. Y como si fuera poco, de esta forma serás tu propio proveedor de alimentos, economizando, ahorrando y siendo más rentable la economía del hogar.
Estrés
Está comprobado científicamente que el contacto con el aire libre reduce los niveles de estrés. No necesitas tener un gran jardín para tener un huerto. En tu balcón o terraza también lo puedes colocar. Aquí lo importante es el contacto con la planta cuando te ocupas de sembrarla, regarla, cuidarla y cosecharla, sin importar donde esté ubicado.
Esta actividad genera sensación de satisfacción, lo que disminuirá tus niveles de estrés. Al bajar el estrés acumulado podrás gestionar mejor tus emociones, te dará más tranquilidad y paciencia. En conclusión, una mejor salud en general.
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