Mucha gente piensa que la fruta no sustituye un postre, pero la realidad es que sí, puedes tomar una fruta al termino de una comida. Pero mejor aún úsalas dentro de las elaboraciones de los dulces.
Las frutas frescas son mucho más saludables para el organismo, sin embargo hay momentos que el cuerpo requiere permitirse comer un dulce. Las alternativas son múltiples, desde delicados mousses de frutas, muchas veces aromatizados con hierbas y servidos con algún exótico sorbet, hasta los arquitectónicos “Napoleón”, construidos con chips de frutas o trozos de hojaldre y rellenos con cremas, salsas o purés de frutas.
Igualmente clásica es la “Pavlova”, creada en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, un postre liviano, que consiste en una base de merengue que, debidamente horneado, queda crujiente por fuera y blando por dentro. Luego se rellena con crema batida y frutas.
Hay postres realizados con fresas o duraznos que llevan una cubierta crujiente de masa tipo strudel y se sirven tibios y regularmente van acompañados de helado.
El postre constituye el elemento culminante de toda comida y fundamental para aquellos que aman y disfrutan del buen comer.
