Aprender a gestionar las emociones es fundamental para el bienestar y la salud en general de cualquier persona, porque le permite vivir plenamente, feliz y tranquila.
En otras palabras, su importancia radica en que una vez la persona es consciente de sus emociones, de lo que siente y las acepta y regula si es necesario, se adapta de manera saludable a su entorno.
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Este es un proceso que puede no ser fácil, pero tampoco es imposible, por lo que conviene iniciar el aprendizaje desde la niñez.
Si tienes hijos, te compartimos algunas recomendaciones que facilitarán la enseñanza de manera saludable.
¿Gestionar las emociones en los niños?
En primer lugar, debes dar el ejemplo, recuerda que los niños suelen imitar las acciones de los padres. En tal sentido, modela el comportamiento que deseas ver en tus hijos. Si quieres que aprenda a hacer paciente, mantén la calma cuando se te presente alguna situación que está fuera de tu control.
Por otra parte, alienta al niño a hacer una pausa antes de reaccionar ante una determinada situación.
Ayúdalo a desarrollar un vocabulario emocional, es decir, enséñale a que le coloque nombre a lo que está sintiendo, miedo, rabia, felicidad, etc.
También conviene dejar que los niños experimenten estrés y cualquier otra emoción que los lleve al límite, y luego explicarles qué sucedió y cómo puede reaccionar en próximas ocasiones.
Toma en cuenta
Según los expertos, gestionar las emociones es importante durante cualquier etapa de la vida ya que nos ayuda a enfrentar, resolver, responder y adaptarnos de manera adecuada a diferentes situaciones. Incluso esto también es clave para poder entablar relaciones interpersonales sanas.
¿Cómo ayudar a los niños con este proceso? Observa y presta atención a las señales no verbales de tus hijos, como el lenguaje corporal, las expresiones faciales y el tono de voz. Estas señales pueden indicar cómo se siente e incluso cuando no pueden expresarlo verbalmente.
Además, una vez logres identificar esa emoción, ayuda a que el niño también lo haga y la nombre; por ejemplo, “parece que estás triste”. Esto le enseña a reconocer sus propios sentimientos.
También es importante validar sus emociones mostrando comprensión y aceptación.
Por otra parte, enséñales técnicas para gestionar las emociones como, la respiración profunda, contar hasta 10 o ir a un lugar en el que se sienta cómodo y seguro.
Prueba rutinas que le proporcionen seguridad y así reducir el estrés, fomenta la empatía y sé paciente; el aprender a gestionar las emociones es una habilidad que se desarrolla con el tiempo.
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2024-08-28
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