La piedra gris es el nombre que se le da a la técnica utilizada para tomar distancia de aquellas personas que son abusivas y demandantes con nosotros. Con ella sabremos afrontar las situación de mucho drama en la vida, otorgándonos algo de calma y paz.
Si vives con un entorno lleno de conflictos y situaciones estresantes, capaz y eres víctima de abusos psicológicos y demandantes sin darte cuenta. ¿Quién no ha pasado por alguna discusión con alguien en su vida? Todos.
Pero hay que saber diferenciar entre una discusión cualquiera a vivir momentos constantes de conflictos. Durante ese momento de conflicto, nuestra reacción indicará si somos vulnerables al abuso, o si le hacemos frente como es debido.
La piedra gris trata de eso mismo, de actuar o afrontar dichos conflictos como una piedra. Responder a dichas situaciones con el temple y las reacciones necesarias para no absorber malas energías, todo con un grupo de estrategias que esta técnica nos ofrece.
Piedra gris
Pero, ¡esta técnica debe utilizarse solo a al hora de un conflicto? No. Existen diferentes situaciones en la vida donde nos topamos con gente que nos hace más mal que bien, y es con ellas que se puede tomar en práctica este método.
Si la persona es manipuladora, abusiva, narcisista o busca hacernos sentir culpables o responsables de determinadas situaciones, es hora de aplicar la piedra gris. También aplica cuando existe el gaslighting (abuso emocional), el hostigamiento, comentarios negativos-agresivos, entre otros.
La meta clave de la piedra gris es buscar insensibilizar a quien recibe el mal trato, de forma de desactivar al otro al no encontrar respuesta o reacción.
¿Cómo aplicarla?
Con una o varias de las siguientes prácticas, lograrás el objetivo deseado.
Respuesta breve: respondiendo a las agresiones con respuestas breves como “tal vez, no lo se”, lograrás mantener una interacción corta con el agresor.
Sin emociones: no expresarle tus emociones de enojo, disgusto, incomodidad o ira, hará que se frustre por el simple hecho de que no ve ninguna reacción en ti de que le afecte lo que está diciendo.
No interactuar: no nos referimos a no interactuar casualmente, sino a no interactuar cuando se sepa que dicha conversación implicará algo más peligroso. El no pedir favores evitará que esa persona se sienta en control y empiece su juego de poder.
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