Cuando de trabajo y vida personal se trata, es importante establecer prioridades, marcar diferencias y por supuesto, buscar el equilibrio, por y para el bienestar.
Es posible que las competencias laborales te estén exigiendo día a día que pruebes cuánto vales como empleado y, en esa carrera por la autopromoción, olvidas que te debes un tiempo de calidad, un tiempo libre.
Pensar que no hay nada más importante que lograr escalafones en tu trabajo y no en tu vida personal, y dejarla en un segundo plano, es un error.
En tal sentido, cambia tu rutina y serás más productivo, obtendrás mejores resultados laborales y tu vida personal será tan satisfactoria como la laboral.
Para los profesionales, hacerlo no es sencillo, pero con perseverancia, empeño y voluntad se puede lograr esa armonía tan deseada entre la vida laboral y la personal.
La disciplina es calve en el trabajo y lo personal
Con un poco de organización y planificación aprovecharás el tiempo de una mejor manera, para que cubras tus asignaciones del trabajo y realices tus actividades personales.
Puedes incluir una rutina de ejercicio al menos tres veces por semana, con una buena alimentación. El ejercicio eleva tu energía, a la vez que reduce tus niveles de estrés y te aporta más seguridad.
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Así se logra el equilibrio
1. Mantén todo en orden. Una vida personal llena de conflictos te estanca. Resuelve tus problemas personales con la pareja, los hijos, la familia o amigos, y verás cómo fluyen mejor las cosas en tu trabajo. Lima toda aspereza y dedícale tiempo de calidad a tu familia, es muy desgastante llegar del trabajo y encontrar una situación estresante; verás cómo la paz a nivel emocional te permite afrontar mejor los retos de un ritmo de vida agitado.
2. Promoción. Si tu horario de trabajo no te permite avanzar profesionalmente no te preocupes, puedes estudiar un diplomado en línea e impulsar tu carrera. Para ello, debes distribuir bien tu tiempo.
3. Alimentación. Tu hora de almuerzo debe ser sagrada, evita que nada ni nadie te la interrumpa. Es tu momento de descanso y relajación de las actividades del trabajo.Camina, toma aire fresco, conversa con tus compañeros o cualquier otra actividad que te relaje. Los beneficios son mayor productividad, concentración y bienestar. No seas de los que comen en el escritorio, ya que luego puedes desarrollar padecimientos renales o gastrointestinales.
4. Vacaciones. Evita postergarlas por el trabajo, a la larga estarás tan cansado que tu rendimiento y motivación disminuirán. Por el contrario, recarga tus baterías disfrutando de un tiempo junto a los tuyos, sin pensar en el trabajo. Evita saturarte con demasiadas actividades, para que tu regreso al trabajo sea placentero, sin estrés y motivador.
5. No a las horas extras. Organízate para que puedas alcanzar tus objetivos en el tiempo requerido. Al darle prioridad a tu vida profesional, descuidas la personal. Así que, si piensas que con esto aumentas tu productividad, es todo lo contrario, disminuye tu rendimiento laboral, incrementas el riesgo de padecer agotamiento, aumenta tu nivel de estrés y ansiedad. Y, por si fuera poco, te acarrea enfermedades como úlceras, padecimientos del corazón, depresión, entre otras.
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2024-07-20
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