La cebolla es una hortaliza bien aromática es la más buscada a la hora de cocinar, el gusto que le otorga la ha convertido en un ingrediente indispensable en la comida.
Se distingue por los bulbos que aparecen y quedan envueltos por las escamas exteriores. La misma ocupa el sexto lugar entre las cosechas más importantes del mundo.
Es tan versátil que se puede aprovechar de mil maneras, aquí compartimos algunos usos. ¡Toma nota!
Más digerible la cebolla
1 Antes de la cocción, déjela en un recipiente con agua fría durante unas horas, cambiando con frecuencia el agua.
2 Si no tiene suficiente tiempo, déjela durante 5 minutos en agua hirviendo, después de haberla pelado.
3 Si quiere mantener intacto su sabor, el mejor método consiste en marinarla en jugo de limón durante una hora
Lo que debe saber…
En el momento de escoger la cebolla, ésta debe sentirse firme al tacto y no estar cubierta de una capa gris.
Las de tipo picante pueden permanecer almacenadas durante varios meses en un lugar fresco, oscuro y seco, donde ventile el aire.
Para conservar las de tipo dulce, se envuelven por separado en papel aluminio, se amarran agrupadas en racimos y se suspenden en un lugar fresco y seco.
Para picarla se emplea un cuchillo de acero inoxidable.
En la preparación de cremas y salsas, las cebollas se deben picar en un procesador de alimentos a fin de que se desintegren durante el tiempo de cocción.
La cebolla pierde aproximadamente el 27% de su ácido ascórbico original (vitamina C) pasados 5 minutos de hervor.
Cebollas picantes
Amarilla: Esta variedad multiusos, empleada tanto cruda como cocida dependiendo del palto, es óptima para los rellenos.
Blanca: Agudo y crocante sabor y con más agua que la amarilla, estas raíces se aconsejan para comidas salteadas y al vapor.
Roja: Son un poco más dulce, pero su sabor no deja de ser fuerte. Es muy aromática, preferiblemente se utilizan crudas ya que al cocinarlas sueltan mucha agua y pierden su color.
Cebollas dulces
Escalonia: Ideales para consumirlas crudas o cocidas.
Cebollín: Se usa en la preparación de sopas, estofados, guisos y para aderezar.
Reutiliza la piel de la cebolla
Estamos acostumbrados a botar las cascaras, conchas y piel de muchos alimentos. Pero muchos de ellos tienen algún valor, como el caso de la cebolla.
Cuando prepares algún plato, ponlas aparte y lavalas muy bien para usarlas como infusión. Puedes endulzarla con un toque de miel.
Otra opción es al preparar guisos o sopas incluyela por completo, pues en su piel se esconden la mayoría de los nutrientes, si te disgusta verlas, puedes licuarlas y formar una crema.
Tip para no llorar
Cuando la vaya a cortar, puede hacerlo debajo del chorro del agua o en un recipiente lleno de agua o introduciéndola en la nevera durante unos minutos antes de usarla.
Para eliminar el olor que suele quedar en las manos, lávelas con jugo de limón y enjuáguelas sólo con agua fría, porque el agua caliente tiende a fijar los olores.
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