La resiliencia es un término que proviene de la física y se aplica a la elasticidad de un material o cuerpo físico que tiene la capacidad de resistir golpes, choques o impactos fuertes y volver a la forma original.
Por su parte, la psicología ha tomado el concepto de resiliencia de la física para identificar los procesos, fundamentos y condiciones que ayudan a los individuos y familiares a enfrentar con éxito la adversidad.
Es decir, la resiliencia es la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y ser fortalecido o transformado por experiencias de adversidad.
Expertos en el tema señalan que la traducción de la expresión inglesa del término resiliencia corresponde a “Entereza”, es decir a la fortaleza o resistencia para salir airosos de las pruebas o golpes.
Resiliencia en los niños y adolescentes
En líneas generales este término se viene empleando en los últimos años para definir la entereza y el valor con el que los seres humanos, sobre todo los adultos, se reponen a algunas situaciones.
Cabe acotar que los niños y adolescentes quienes se ven afectados en muchas oportunidades por los mismos sucesos, también aprenden y siguen adelante.
Detectar señales de resiliencia en este grupo de la población puede ser difícil, pero no es imposible.
Esa actitud positiva que permite que las personas se adapten a situaciones difíciles, se recuperen y salgan fortalecido se puede trabajar desde la infancia.
Bases
Especialistas indican que el proceso de resiliencia está construida sobre las siguientes bases:
– Conexiones afectivas con los demás. Es fundamental desarrollar lazos afectivos eficaces, fortalecer la autoestima y la autoaceptación en los niños y adolescentes.
– La autoestima fortalecida también lleva a confiar en sus actos y decisiones, y por consiguiente a tomar el control de uno mismo.
– La esperanza facilita la selección de los recuerdos positivos y hacer las paces con el pasado, un aspecto clave para poder salir adelante ante la adversidad.
Ayúdalos
Para ayudar a los niños y adolescentes en el proceso de resiliencia es fundamental consolidar las bases antes mencionadas.
Además, mantenerse en constante comunicación, permitirles entablar relaciones con sus pares, pues el apoyo social y las relaciones sociales son importantes; para ello busca actividades gratificantes.
También se debe promover formas de afrontar adecuadamente el estrés, las emociones positivas y la autoestima, enseñar a resolver los problemas.
Finalmente, reconoce y valora los logros y los talentos de cada persona; esto les permite sentirse queridos, valorados, y esto los llena de confianza, y fortalece su autoestima.
Te puede interesar: Los miedos más comunes
Se puede aprender
Desarrollar resiliencia es factible, sin embargo, que niños y adolescentes sean resilientes no significa que no experimenten dificultades o angustias.
Para ellos, el dolor emocional y la tristeza son comunes cuando han pasado por alguna situación traumática o una pérdida.
Sin embargo, se pueden ayudar para que desarrollen la resiliencia con el paso del tiempo.
¿Qué hacer?
– Enséñale a los niños y adolescente cómo hacer amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del otro.
Ayudar a otros puede permitirles superar la sensación de que no pueden hacer nada.
– Si bien es importante seguir las rutinas, preocuparse incesantemente puede resultar contraproducente. Enséñale cómo concentrarse en algo distinto a lo que le preocupa.
– Da un buen ejemplo y enséñale la importancia de darse tiempo para comer, hacer ejercicios y descansar. Asegúrate que tenga tiempo para divertirse y de que no tenga programado cada minuto de su vida sin tiempo para relajarse.
Cuidarse e incluso divertirse ayudará a los niños y adolescentes a mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
– Educa a tus hijos para que se fijen metas razonables y luego a avanzar dando un solo paso a la vez para alcanzarlas.
– Ayuda q que recuerden cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y luego ayúdalo a entender que esos desafíos pasados le permitirán desarrollar la fortaleza para manejar desafíos futuros.
Cuando tu hijo esté enfrentando sucesos dolorosos, ayúdalo a ver la situación en un contexto más amplio y a mantener una visión de largo plazo.
Importante
Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes, por lo que es fundamental que los padres les ayuden a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas.
La clave es todo este proceso está en la comunicación, sentarse a conversas en familia ayuda a que todos conozcan las emociones, preocupaciones y temores de los otros, y entre todos se puede buscar la solución.
Visita nuestra sección Zona 3D
2022-06-20
Para mantenerte informado sigue nuestro canal
en Telegram https://t.me/Diario2001Online