La mantequilla es un alimento que forma parte importante de innumerables platos tanto dulces como salados, su fuente de grasa la hacen imprescindibles en recetas culinarias.
Es difícil resistirse a una rebanada de pan caliente untado con mantequilla, aunque proporciona un alto aporte calórico sigue acompañando las comidas.
Una buena mantequilla debe ser compacta, no excesivamente dura y de color amarillo más o menos intenso.
Pero, al ser un producto delicado debe protegerlo de los agentes externos que puedan dañarlo como la luz, el aire y el calor.
Conozca cómo puede mantenerla en buen estado por más tiempo.
Mantequilla a la nevera
Al ser un producto que es prácticamente materia grasa con un pequeño porcentaje de agua y leche, puede ser más fácil que se ponga rancia, por lo que se recomienda guardarla en la nevera.
Colóquela en la zona más fría, déjela en el envase original bien o en algún otro especial para ella, los mejores son los de vidrio. Debe estar bien tapada, de manera de protegerla de la luz y el aire.
Sin aroma extraños
Un truco para evitar olores externos es envolverla bien en su papel original, o aún mejor, guárdela en un recipiente hermético que usará exclusivamente para ella de esta manera que nunca absorber los olores de otros alimentos.
La temperatura idónea
Procure que la temperatura no sea muy baja, es decir, de 0 y 8°. Si la mantiene en la nevera, al momento de usarla debe sacarla media hora antes de utilizarla.
Fuera de la nevera
Puede dejarla en un sitio a temperatura ambiente donde no le dé el sol o exista exceso de calor. La mantequilla puede durar 10 días en estas condiciones.
Tip
Si la vas a usar para freír, toma en cuenta que se quema fácilmente, así que lo mejor es que pongas en la sartén primero un poco de aceite y cuando esté caliente, deshaga en él la mantequilla.
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