Las decoraciones con puffs son un estilo que ha venido tomando terreno desde hace algún tiempo y lo mejor es que se adaptan a diferentes ambientes dentro del hogar.
Independientemente del lugar en el que luzcas tus puffs, estos deben estar en perfectas condiciones y para ello te tenemos algunas recomendaciones.
Cuida tus puffs
Expertos indican que del cuidado que se les dé a estos accesorios dependerá su vida útil, y que luzcan siempre como nuevos.
Debes tener en cuenta que un aspecto clave es ubicar tus pufs en un lugar donde no les pegue el sol directamente porque perderán su color y parte del brillo que tenían el primer día.
Protégelos
Además de cuidar estos accesorios de los rayos del sol, se recomienda protegerlos del agua y la humedad, porque si no están elaborados con materiales resistentes, terminarán estropeándose en un abrir y cerrar de ojos.
La humedad no les favorece en lo absoluto, por lo que se debe evitar cualquier contacto con el agua; sin embargo, al momento de limpiarlo, es probable que se utilice agua, pero debes secarlo inmediatamente.
Tejido
Debes estar muy atento al tipo de tejido del que sea tu puff para adecuarte a los consejos de limpieza que se recomiendan.
De hecho, según el que sea, tendrás que utilizar un método de limpieza u otro; para ello es indispensable que leas las instrucciones para poder asegurarte de darle el cuidado que necesita.
Limpieza de los puffs
Aunque cada uno de los tejidos tiene unas indicaciones de limpieza específicas, a ninguno de los pufs que puedas tener en casa le vendrá mal una limpieza suave con un paño de microfibra o cualquier otro tejido que no rasque.
Este tipo de limpieza ayuda a eliminar el polvo que se acumula y conseguir un resultado impecable.
Además, es ideal para eliminar cualquier residuo o mancha causada por algún accidente y así evitar lo más pronto posible que se vuelva una marca más difíciles de eliminar.
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De tela
En caso de que los puffs sean de tela, cerciórate que se pueda desmontar y poder lavar en la lavadora.
Una recomendación importante, es que si tiene alguna mancha, antes de meter a la lavadora, se proceda a eliminar frotando a mano.
Después de eliminar la mancha, meteremos la tela en la lavadora, utilizando un programa medio, con agua entre 30º y 40º, al que añadiremos un jabón neutro.
Lee las instrucciones para poder seleccionar los productos de limpieza que mejor se adapten al tipo de tela del puff.
De antemano, se recuerda evitar el uso de lejías y jabones agresivos o suavizantes; sólo así evitarás la decoloración y mantendrá la uniformidad del tejido.
Por otra parte, debes colgar a secar en la sombra, para evitar que el sol pueda causar daños en los tejidos.
Cuero
Si el puff es de cuero, aunque se pudiera desmontar, no lo intentes salvo que quieras limpiarlo en una tintorería.
Para limpiarlo en casa se recomienda disponer de un recipiente con agua tibia con jabón y luego con un trapo humedecer el cuero, sin empaparlo ya que un exceso de humedad puede deformar la estructura.
Con el paño húmedo y de modo suave, limpia el cuero y quita las manchas.
En caso de que las manchas sean muy profundas, utiliza un poco de algodón mojado en alcohol y pásalo por las manchas, y a medida que van desapareciendo déjalo secar.
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2021-12-15
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