La variedad de rosas que ofrece la naturaleza las han convertido en las flores más conocidas y populares para tener en el jardín.
Desde el antiguo Egipto han sido consideradas un regalo sagrado del cielo, eran una de las ofrendas predilectas para la diosa Isis.
Su belleza engalana cualquier espacio, las rosas silvestres son las que crecen en la naturaleza sin necesidad de cultivo. Sin embargo, para tener un rosal en casa o específicamente en el jardín es posible y viable. Toma nota lo que debes hacer y cómo cuidarlas.
Cuidados básicos de las rosas
Si cuentas con gran espacio donde poder cultivar flores, puede optar por tener un rosal, estas plantas pueden crecer en cualquier tipo de suelo, eso sí necesitará que tenga un buen drenaje y luz solar.
Ahora dedícate a elegir qué tipo de rosas quieres tener, porque dependiendo de cuál decidas estas necesitarán algún tipo de condiciones y cuidados.
Por ejemplo las rosas modernas que han salido e “tés híbridos” necesitarán un clima moderado. Mientras que los rosales tipo arbustos resisten mejor las temperaturas bajas.
Los rosales necesitan abundante luz solar y aire fresco si quiere conseguir que crezcan fuerte con numerosas flores y hojas saludables.
Sin embargo, debes tomar en cuenta que el exceso de sol las puede marchitar, por lo que cuando decidas sembrarlas deben estar en un lugar que le de sombra por las tardes.
El riesgo es fundamental debe empapar muy bien la tierra y contar con un drenaje
Fertilizantes
Para conseguir un bello rosal necesitará fertilizantes orgánicos, el mejor es el compost. Entre los componentes básicos que deben tener son nitrógeno, fósforo y potasio. En jardinería conocen con N-P-K.
Por regla general las rosas se fertilizan cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento. La primera se realiza cuando tenga entre 4 y 6 pulgadas que puede ver el primer folleto que contiene las hojas.
Se puede usar fertilizante líquido para arle mayor fuerza a la planta. Cuando llegue el clima este frio aplique fertilizante con poco o nada de nitrógeno o fosfato de roca.
Poda del rosal
Cuando tengas ya rosales con ovarios fecundados tras habere marchitado, elimine con una tijera de jardinería el vástago con un par de yemas o pisos de hojas de abajo hacia arriba.
Ahora bien, si aún no hay fructificación debes cortar cada tallo floral cerca de la inserción al tronco principal. Deja 2 a 3 yemas para que se formen nuevas rosas.
Siempre se debe cortar en el entrenudo, que es la porción del tallo entre dos yemas para cuidar los rosales.
Visita la sección: Zona3d
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online