2001Online.com | Solangel González
La mayoría de las mujeres, por no decir todas, suelen recurrir a muchos mimos para mantenerse en perfectas condiciones. Desde la niña, la adolescente y hasta las más maduras, cuidan su piel con diferentes productos y distintos propósitos, pero siempre bajo la misma premisa, lucir impecables y con una piel radiante.
Obviamente que algunas tienden a preocuparse mucho más que otras y sobre todo dependiendo de la etapa que estén viviendo. Por ejemplo, las madres lactantes, se han venido preparando para recibir a sus hijos, y desde la gestación comienzan a cuidar su alimentación y su piel.
Partiendo de ello, te daremos algunas recomendaciones para que disfrutes a plenitud del acto de amor que significa amamantar, y sin descuidar tu salud y bienestar.
¿Qué comer?
La alimentación no solo juega un papel importante para que la madre lactante goce de buena salud, esté llena de energía y vitalidad, y nutra su piel; sino que además, aporte los nutrientes que el bebé necesita, le transmita anticuerpos, le proteja de alergias e incluso de los cólicos.
Es un requisito fundamental que la madre lactante se alimente muy bien porque durante el proceso de amamantar quema muchísimas calorías, las cuales debe recuperar para poder cuidar de su hijo.
La mujer que amamanta no debe hacer dieta, solo comer sano y variado; para que el niño se vaya adaptando a los diferentes sabores y al momento de iniciar la alimentación complementaria, el proceso sea más sencillo.
Es importante evitar saltarse las horas de comida, y picotear entre éstas, sobre todo, si lo que consumirás serán chucherías. De igual manera, expertos en lactancia han señalado que no existe ningún alimento que te haga producir más leche; para ello la regla fundamental es que el bebé se pegue del pecho cada vez que quiera, y mientras exista succión, existirá mayor producción de leche materna.
Por otra parte, se recomienda beber agua según la sed que tengas para evitar la deshidratación.
Evita
El consumo de chucherías, alcohol, cafeína y bebidas de cola y energéticas están prohibidas porque pasan a la lecha materna y pueden ser perjudicial para el lactante.
Algunos pescados como el atún rojo, pescados azules, mejillones, entre otros, son dañinos tanto durante la gestación como luego en el proceso de lactancia porque son tóxicos para el niño.
También se debe tener cuidado con el consumo de chocolates, pues pueden ocasionar reacciones alérgicas en los bebés. De igual manera, el consumo de granos, brócoli y coliflor, se deben realizar con cierto cuidado y de preferencia cuando el niño tenga meses, porque son alimentos pesados y que pueden generar gases en la medre e incluso cólicos en el lactante.
Cuida tu pecho
Durante el proceso de lactancia la madre no requiere realizar ningún cuidado especial en los pezones, basta con la ducha diaria y luego secar muy bien; pues al momento de la toma, el bebé debe pegarse a un pezón limpio y totalmente seco.
La recomendación especial en este sentido es utilizar un brasier que se ajuste perfectamente en la espalda, los hombros y que por supuesto no oprima los senos. El sujetador debe ser cómodo, y si prefieres, puedes colocar dentro discos absorbentes para recoger la leche que gotea. En caso de utilizar los discos absorbentes, se deben cambiar contantemente para que se mantenga seca la zona.
La aparición de grietas es sinónimo de que el bebé no se está agarrando bien del pecho, una vez corrijas este detalle, se evita la presión y la posibilidad de que aparezcan nuevas grietas. En caso de ya tenerlas, puedes aliviar las molestias con compresas de agua templada y entre tomas colocarte un poco de aceite de oliva en el pezón, ello nutre e hidrata la zona, y hará que sanen las grietas.
Entre otras recomendaciones en cuanto al cuidado de los senos, se deben evitar masajes enérgicos; los jabones agresivos y las cremas y perfumes cuyo olor pueden alterar la lactancia; y además, no se recomienda el uso de cremas o pomadas protectoras sin prescripción médica, porque al mantener la humedad en la zona facilitan la aparición de grietas y se interrumpe el equilibrio natural de la piel.
En cuanto a las cremas anti estrías, se recomienda consultar con el médico pediatra de su hijo sobre la posibilidad de utilizar alguna crema en particular, porque muchas de estas cremas ayudan a prevenir las estrías y la flacidez, evitar la mastitis, nutren e hidratan la piel, calman las molestias y el cansancio, y además, refuerzan las fibras de sostén como el colágeno y la elastina; pero también pueden contener algunos ingredientes que afectan el desarrollo del bebé y hasta la salud de la madre.
Proporciona seguridad
Algunas recomendaciones para que esta etapa sea vivida sin temor a nada:
– Beber mucha agua.
– Mantener una alimentación variada (consumir leche, queso, yogur, frutas, vegetales, etc.) para aportar al organismos todas las vitaminas necesarias.
– Consumir hierro para protegerse del déficit de este complemento.
– Utilizar sujetadores cómodos, sin aros, y que no presionen el pecho.
– Adoptar posturas cómodas para evitar dolores de espalda.
– No siempre dar a tomar del mismo pecho, para evitar congestión y otros malestares.
2020-08-21
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