Evitar la deshidratación en los niños cuando presentan un cuadro de diarrea y vómitos es clave.
La deshidrataciónes un fenómeno que ocurre cuando una persona no toma suficiente líquido o pierde demasiado líquido.
Esta puede tener causas que no se deben a una enfermedad subyacente, por ejemplo, el calor, la actividad excesiva, el consumo insuficiente de líquidos o efectos secundarios de la ingesta de medicamentos.
¿Qué es la deshidratación?
Es una alteración del metabolismo que se produce cuando el organismo pierde una cantidad importante de agua y de sales.
Esta alteración se produce con mayor frecuentemente en los niños menores de 2 años, y la causa más común es la gastroenteritis aguda, es decir, la diarrea.
Esto ocurre sobre todo si las deposiciones son muy líquidas, de gran volumen y se presentan con mucha frecuencia.
Los vómitos como reacción de algunas enfermedades también pueden causar deshidratación.
De esta manera, cuando los niños tienen vómitos y diarrea el riesgo es más elevado.
Otras causas menos frecuentes de deshidratación son la diabetes mellitus y la falta de aporte de leche en algunos recién nacidos que están con lactancia materna y aún no se ha establecido adecuadamente.
Síntomas
– Los niños tienen sed.
– Orinan poco.
– Los lactantes tienen mucha avidez por el agua y mojan pocos pañales.
– Ojos hundidos.
– Disminuyen las lágrimas al llorar.
– Las mucosas están secas.
– Decaimiento.
– Irritabilidad.
– Fiebre.
– Temblores.
– Palidez.
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Diagnóstico
Una vez el infante comience a presentar algunos de los síntomas se debe visitar al pediatra para que lo evalúe.
Durante este proceso es vital conocer la cantidad de agua que falta, y para ello lo mejor es pesar al niño y así poder determinar cuánto peso ha perdido desde que empezó el proceso.
Algunos especialistas señalan que los análisis de sangre, en general, no son útiles para diagnosticar la deshidratación, aunque en los casos graves pueden ser necesarios.
Un examen de sangre ayuda a medir los niveles de electrolitos, sodio y potasio, y hasta el funcionamiento de los riñones.
Cabe acotar que un diagnóstico a tiempo puede evitar una deshidratación prolongada, e incluso problemas renales y urinarios.
¿Cómo tratarla?
La manera más idónea de tratar la deshidratación es reponiendo el agua y las sales que faltan en el organismo, mediante la administración de soluciones de rehidratación por vía oral.
Estas se venden en forma de polvo para disolver en agua o también vienen ya preparadas en forma líquida para su administración directa.
El volumen que debe administrarse dependerá de la cantidad de líquido que se esté perdiendo. En general, se recomienda dar entre 5 y 10 mililitros por kilogramo de peso del niño y por cada deposición o vómito abundantes.
En los niños más afectados o cuando son incapaces de beber todo el líquido que necesitan, es preciso ponerles un suero intravenoso.
Importante
Las bebidas energéticas, reconstituyentes, los zumos o los preparados caseros no deben utilizarse.
Éstos no son útiles para prevenir la deshidratación, incluso pueden ser perjudiciales, porque llevan mucho azúcar y pocas sales; refieren especialistas.
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2022-05-13
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