La piel seca suele generar muchas incomodidades tanto en hombres como en mujeres, porque esa apariencia reseca y sin brillo no permite que la persona se sienta a gusto con lo que ve.
La resequedad de la piel puede deberse a muchos motivos, algunos son evidentes y otros no tanto; por ejemplo, los cambios de temperatura, la alimentación e incluso los hábitos de sueño pueden interferir en el cuidado de la piel.
¿Qué genera una piel seca?
Cuando el frío aumenta, la humedad del aire disminuye y si te encierras en casa o usas piezas de vestir para generar calor, terminas resecando la piel porque el aire caliente reduce la humedad.
Por otra parte, el aire acondicionado reduce la humedad de los espacios cerrados y esto perjudica la piel.
Otra causa es la exposición al sol sin la debida protección y que permite que los rayos UV penetren la piel y rompan la elastina y el colágeno que la mantiene hidratada y suave. También generan arrugas que con el tiempo dan la sensación de una piel seca.
Bañarse en exceso resaca la piel porque el agua rompe la capa de lípidos (grasa) que la protege. Lo recomendado es no ducharse por tiempos prolongados, evitar el agua caliente y las piscinas con cloro, por ejemplo.
Los jabones y detergentes pueden perjudicar la piel, pues muchos son muy fuerte y hacen que se pierda la grasa que la protege y la mantiene hidratada.
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Otros factores que interfieren
Las causas más comunes de la piel seca son los factores externos antes señalados; no obstante, existen condiciones personales que también intervienen en el proceso de degeneración de la piel y la resequedad.
La edad puede jugar un papel importantísimo en la resequedad de la piel, pues con el paso de los años se presentan cambios hormonales e incluso se pierde el colágeno.
Puede deberse a alguna enfermedad como la psoriasis, por ejemplo; o tener alguna condición genética que causa la resequedad y aspereza de la piel.
El hipotiroidismo es otra posible causa de la resequedad de la piel, porque el cuerpo no produce suficientes hormonas provenientes de la tiroides, las glándulas dejan de sudar o producir la grasa natural que la humecta y la protege.
La dermatitis genera un cambio desagradable en tu piel, por lo que se sugiere que si notas enrojecimiento extremo, escamas y comezón, consultes con un dermatólogo para que te diagnostique y medique si es necesario.
Y un factor que se cree no tiene mucha importancia es el estilo de vida y los malos hábitos, no dormir las horas reglamentarias, ingerir alimentos poco saludables, consumir bebidas alcohólicas en exceso, fumar y no beber suficiente agua, pueden causar daños en la piel, que incluso van más allá de la resequedad.
¡Cuídala!
1. Humecta la piel con cremas específicas.
2. Limita el tiempo de baño y opta preferiblemente por agua tibia o fría.
3. Evita los jabones ásperos.
4. Elige telas adecuadas para no maltratar la piel (tanto para vestir como para la cama).
5. Bebe suficiente agua.
6. Ingiere alimentos que aporten vitaminas, minerales y nutrientes que beneficien tu salud en general.
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2021-07-23
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