La albahaca es una hierba aromática utilizada sobre todo a nivel gastronómico, sin embargo no es el único uso que se le puede dar.
Esta planta posee propiedades antiespasmódicas, digestivas, diuréticas, sedantes y antioxidantes, las cuales ayudan a prevenir y a combatir problemas de salud como gripes, presión alta, infarto e insomnio.
Gracias a todos los usos que puede tener, es una planta indispensable en los hogares y es por ello que te daremos algunos consejos para que aprendas a conservarla fresca el mayor tiempo posible.
¿Qué es la albahaca?
Es una hierba aromática anual de la familia de las lamiáceas nativa de las regiones tropicales de África Central y el sudeste asiático.
Esta planta también conocida como alhábega, alfábega o basílico y que se cultiva desde hace milenios, se utiliza mayormente en las cocinas de todo el mundo.
De interés
Ella no se puede secar, es una hierba muy delicada y si no se mantiene en las óptimas condiciones se deteriora y pierde su aroma.
Por otra parte, si deseas triturarla para colocarse en la preparación de alguna receta, es fundamental que sea a último momento.
Nunca se debe triturar para conservarse, ya que triturada tiende a ponerse negra rápidamente y pierde todo su aroma y sabor.
En los supermercados se pueden adquirir las hojas frescas o deshidratadas para mayor comodidad al momento de elaborar las salsas, ensaladas, batidos, tés, etc.
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¿Cómo conservarla?
1. En agua, sin que la luz entre en contacto directo. Este es un método ideal para conservar la albahaca un par de semanas. Para ello mete la raíz en un vaso lleno de agua y déjalo en la cocina para no olvidarlo.
2. Congelar la albahaca es otra alternativa para que no se deteriore rápidamente y poder aprovecharla.
Cuando las compres, retira las hojas y lávalas bien pero con cuidado ya que son bastante delicadas. Usa una hoja de papel de cocina absorbente para retirar el exceso de agua y luego lleva al refrigerador en una bolsita de cierre hermético.
3. Conservar la albahaca para preparar pesto casero todo el año también es factible; solo debes triturar la albahaca con aceite y una pizca de sal, echarlo en un recipiente hermético, añadir un chorrito más de aceite y meter en el congelador.
Al momento de utilizarlas saca de la nevera y espera que se descongele y vuelve a triturarlas, justo cuando incorpores los ingredientes que faltan para terminar de preparar el pesto.
4. Otra alternativa para conservar esta hierba es colocarlas en un recipiente de cristal con tapa alternando una capa de hoja de albahaca con una capa de sal y termina con la sal.
Aplasta un poco con una cuchara y cubre con aceite de oliva, por último tapa bien el recipiente. Aplicando esta técnica se conserva por 2 meses. Es importante que cuando la vayas a utilizar no añadas sal a la receta.
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2022-07-15
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