Maracucha, pero caraqueña de corazón, Cristina Burgmayer, diseñadora de profesión, supo en el momento indicado cuál era su camino a seguir. Su sueño anhelado, y dio un salto al mundo de la pastelería, combinando ambas ramas laborales para crear: Cristy’s Cakes.
Hija de padres europeos, madre y esposa. Esta geminiana devoradora de series y películas, lectora, amante de los viajes y la buena comida, responde sobre su emprendimiento de más de 25 años.
¿Cristina, cuál es la historia detrás de Cristy’s Cakes?
Toda mi vida he horneado, comencé en casa de mis abuelos en Alemania, cuando tenía siete años, con unas galletas que les ponía pasas encima.
25 años estudiando como repostera, haciendo cursos, luego de trabajar como repostera tanto tiempo, hace unos 10 años decidí estudiar la maestría de pastelería. Fueron ocho meses arduos entre la repostería y la pastelería. Creo que mi marca nació hace 25 años, y ha ido creciendo como un hijo y transformándose hasta lo que es hoy. Por años trabajé para una cadena de piñatería en la zona de Guatire y Caracas. Después de muchos años y viendo los cambios del país, tuve la oportunidad de dar cursos por seis semanas en la ciudad de Denver, USA. Todo gracias a una venezolana que me dio la oportunidad de internacionalizarme.
¿Por qué pastelería?
Siempre me ha gustado trabajar con productos dulces, Me encanta ver cómo puedo transformar productos básicos en maravillosas delicias y, con el pasar del tiempo, para mí es pasión. Amo lo que hago y lo disfruto muchísimo. Aunque dicen que cocino muy rico, mi pasión es endulzar.
¿Qué podemos encontrar en Cristy’s Cakes?
En Cristy’s Cakes consigues desde una galleta adictiva, postres de cuchara, pasando por una torta, tanto decorada como pastelería artesanal alemana. Heredada de mis raíces, pastelería diversa, hasta un hermoso macaron.
Amo hacer macarons, y mucha gente no lo sabe, pero los aprendí a hacer por mí misma, nunca tomé un curso. ¡Todo fue ensayo y error, y muchísima práctica! Para este momento, cuento con más de 40 sabores de macarons, y tengo nuevos sabores en proceso de producción.
¿Cómo funciona la pastelería?
Lo irónico de todo, es que estos 25 años he trabajado solo con el apoyo de mi esposo y mis hijos, ellos realmente han sido mi equipo. Siempre he trabajado en casa, y la cocina fue acondicionada para mi trabajo. Espero, en un futuro cercano, poder dirigir un equipo de trabajo que dé lo mejor de sí.
Después de tantos años, en diciembre de 2019 abrimos tienda física en Galerías Los Naranjos. Una pequeña tiendita que amamos con locura, fue hecha con todo el esfuerzo y amor del mundo. Trabajamos hasta el 13 de marzo de 2020 cuando la pandemia nos obligó a cerrar la Santamaría, pensando que sería momentáneo, Pero pasaron los meses, y por el tipo de producto que tenemos, nos fue imposible mantenernos abiertos en tienda. En septiembre tratamos de abrir, pero lamentablemente no fue viable. Tuvimos que regresar a la modalidad de pedidos a distancia, manejándonos a través de redes sociales.
¿Cuál es el dulce más buscado?
Es muy diverso, y depende mucho de los gustos, Hay gente a mi alrededor que conoce mis galletas de mantequilla y dicen que son un vicio, yo las llamo mis galletas adictivas. Por supuesto, lo más buscado son los macarons, todo dependerá de lo que nos pidan los clientes.
¿Sientes que en un mercado tan amplio, marcas la diferencia? ¿Por qué?
La verdad es que con una Venezuela tan variopinta, no sé si hago la diferencia. Lo que sí sé, es que me esmero por ofrecer lo mejor de Cristy’s Cakes.
Nuestro fuerte son los macarons, hay mucho trabajo por hacer, hay mucha gente que ni sabe que los macarons existen. Hay mucho que educar en lo que a gastronomía se refiere. Cuando comencé a hacer macarons, siempre quise tener una tienda como las que veía cuando viajaba. Puedo decir que la primera tienda ubicada en Caracas, especializada en macarons, fue la nuestra, para mí es un pequeño éxito alcanzado.
¿Con qué ingredientes diferentes, especiales o exóticos, trabajan?
En Cristy’s Cakes trabajamos con muchas frutas nacionales, que las convertimos en deliciosas confituras naturales y en purés para saborizar nuestras ganache de chocolate. Trabajamos con sirope y pétalos de rosa, que importamos, así como frutas liofilizadas, que no son comunes en el país. Utilizamos mucho fruto seco y licores, tanto importados como los hechos en el país. Hemos tropicalizado nuestros macarons, como por ejemplo, los de mojito de limón, parchita o fresa. Son el delirio de muchos, y aprovechamos lo que esta tierra nos ofrece.
Desde tu punto de vista como mujer, ¿te costó lograr lo que has creado?
Creo que todo lo que soñamos y creamos, viene de un arduo trabajo, sacrificando muchas cosas para lograr otras. No creo que por ser mujer, me haya costado más o menos lograrlo. De lo que sí estoy segura, es que todo lo que nos propongamos hay que ponerle corazón, tiempo, perseverancia, inteligencia y muchísimo amor.
¿Ha costado esfuerzo? Sí, horas de sueño, no poder viajar en vacaciones con la familia, faltar a celebraciones familiares por cumplir con tus clientes, enfermarte, y mucho más.
¿Cuál es el secreto para triunfar de Cristina?
Ser perseverante, creer en ti y en lo que haces, además de rodearte de gente que sume y no reste. Hay que ponerle pura pasión y disfrutarlo, sobre todo disfrutar lo que haces.
¿Alguna traba a lo largo de tu camino para llegar a este punto?
La verdad es que las trabas te las pones tú mismo. Cuando se quiere algo como ha sido mi caso, tratas en lo posible de superarlas, darles la vuelta. Venezuela, en los últimos cinco años, no ha sido fácil y no es un secreto. La única traba que me he encontrado en el camino, ha sido esta pandemia. Pero tengo fe de que tarde o temprano avanzaremos, para seguir haciendo lo que nos gusta, que es endulzar a mi querida Caracas. Y, ¿por qué no?, con tienda física de nuevo.
¿Por qué apostar por Venezuela?
Mi hermano está radicado en Europa. Él viendo como está Venezuela y sabiendo de mis habilidades, me invitó a cruzar el charco para que trabajara en España. Viendo mis posibilidades, pensé en la oportunidad, luego de tantos años, a apostarle a Venezuela. Y en vez de viajar decidí abrir mi vitrina y compartirla con esas personas que gustan de lo sublime que puede ser un macaron. Sin dejar por fuera toda la variedad de postres y dulces que podíamos ofrecer.
¿Qué le dirías a las personas que piensan que no se puede emprender aquí?
Creo que sí hay forma de emprender, solo que se debe estar consciente de que es un trabajo que tienes que ponerle todo. Y que además disfrutes haciéndolo. Hay nuevos emprendimientos que de entrada son exitosos, pero los que realmente perduran en el tiempo, son aquellos que sueñas, creas y modelas. Todo con mucha pasión y mucha disciplina. Emprender en Venezuela no es fácil, pero tampoco es imposible. Si no, no habría tanta gente haciendo el trabajo de mantenerse en sus pequeños negocios.
¿Algún dato para aquellas mujeres que, como tú, quieren arriesgarse a llevar a cabo sus sueños?
El dato es insistir, persistir y nunca desistir. Las mujeres somos capaces de dar a luz hijos. Creo que los proyectos y emprendimientos son como hijos, a los que hay que moldear con lo mejor de uno. Ponerle pasión y disfrutarlo, ese es el secreto para que no exija de ti tanto esfuerzo.
¿Piensas internacionalizar tu negocio?
Me encantaría poder endulzar a mi Venezuela, y llegar a otras fronteras en un futuro. Veremos qué le trae el destino cercano a Cristy´s Cakes, en esta tierra de gracia.
Define Cristy’s Cakes en cuatro palabras
¡Consentimos paladares con pasión!
Por Angie Ponce
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