Aunque el bozal por lo general se asocia con agresividad en los perros, es importante señalar que esto no es totalmente cierto.
Este es un elemento de uso obligatorio en algunos lugares en diferentes partes del mundo y se utiliza para cubrir el hocico del perro con el fin de que este no pueda comer o morder.
Bozal en los perros
Este utensilio no debería resultar dañino ni agobiante para las mascotas, por lo que expertos recomiendan presentarlo de manera adecuada y asociarlo con premios y diversión.
Si eres uno de esos humanos que se niega a colocarle bozal a su mascota porque considera que es un castigo, te daremos algunas recomendaciones para que lo acostumbres a usarlo, pues como señalamos en algunos lugares es de uso obligatorio.
En la práctica
Entrenar al perro para que use el bozal no debe ser estresante, esto requiere de paciencia y constancia, repetirlos a diario, por periodos cortos de tiempo para evitar que se agobie. Para ello alterna los ejercicios con descansos.
Recuerda que el objetivo principal es generar una respuesta positiva del animal hacia el bozal y acostumbrarlo a su uso.
Desde el principio, hay que intentar por todos los medios que el perro no asocie el bozal solo con acciones que no le gustan, como ir al veterinario, por ejemplo; sino con otras que le agradan como pueden ser salir de paseo o recibir un premio.
El uso del bozal debe ser progresivo y hacerse en pequeños pasos. En principio se le debe mostrar al perro para dejar que se acerque y lo huela y premiarlo con algo que le guste.
Luego colocar el señuelo de la comida en el fondo del bozal para que el perro introduzca su nariz. Dejar que la quite en cuanto se lo haya comido. Una vez que introduzca la nariz con facilidad se puede pasar al siguiente paso.
Mientras el perro tiene el hocico en el bozal, acercar las cintas que sirven para atarlo a la parte trasera del cuello, primero sin cerrarlas. Según ganes la confianza del perro prueba a cerrarlas sin apretar demasiado, prémialo y vuelve a abrirlas.
Seguir avanzando en este paso apretando cada vez más las tiras hasta que el bozal quede debidamente ajustado a la cabeza de la mascota y aumentando los tiempos que éste permanece con el bozal puesto.
Una vez que el perro tolere bien llevar el bozal puesto, hay que acostumbrarle a moverse llevándolo puesto. Podemos, por tanto, atar la correa al bozal y darle pequeños paseos dentro de casa.
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En acción
Si la mascota ha superado con éxito los primeros pasos, ha llegado la hora de salir a la calle con el bozal. Al hacer un cambio de espacio y con el fin de que el perro se sienta más seguro puede ser buena idea repetir los mismos ejercicios de forma progresiva.
Lo importante es que la mascota siga asociando su uso con acciones positivas como salir a pasear, jugar o recibir un premio agradable.
Es clave que el animal se acostumbre a su uso porque como señalamos, este elemento resulta obligatorio en algunas partes y si se desea salir de paseo con la mascota, se deben cumplir las reglas.
Los que deben usar el bozal
Los especialistas sugieren que los siguientes perros deben usarlo obligatoriamente siempre que van a la calle: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu.
También deben usarlo los perros que manifiesten un carácter marcadamente agresivo o que hayan protagonizado agresiones a personas o a otros animales.
De igual manera, se recomienda el uso del bozal para prevenir las mordeduras en el caso de perros que en base a sus antecedentes o su temperamento muestran conductas agresivas.
La idea es evitar accidentes en las clínicas veterinarias, en las peluquerías caninas, parques, transporte público; etc., o para evitar riesgos a los perros que suelen comer cosas del suelo.
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2022-06-04
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