La miel de abeja es uno de los productos naturales lleno de virtudes, se destaca especialmente su valor nutritivo y energético. Además, tiene la ventaja que no tiene fecha de caducidad.
Por más que tenga mucho tiempo no se dañará, lo que puede es cambiar su aspecto o textura hasta cristalizarse. Este proceso es natural de la miel y da garantía que no tiene ningún añadido.
Hoy, la extracción de la miel es más fácil, gracias a la tecnología, estos equipos son sofisticados, eficientes, y se queda perfectamente envasada.
A diferencia de otros alimentos, este producto es resistente. Así que si compra varios frascos de este producto puede perfectamente conservarlo por mucho tiempo.
Cómo conservar la miel
Temperatura
Los cambios de temperatura dañan la calidad e incluso puede alterar el color, textura y sabor. Debe tomar precaución donde la colocarla, si vive en un sitio donde el ambiente hace mucho calor, procure dejarla en la sombra pero que no sea cerrado. No la guarde en lugares donde reciba el sol directo.
¿Se puede refrigerar?
Hay personas que la gustan en la nevera, pero, no es lo más aconsejable refrigerarla porque pierde sus virtudes, en especial las vitaminas y enzimas.
Frasco hermético
Si la miel viene en presentación hermética es mejor, en caso que la tengas en potes de plásticos pásala a un envase de vidrio con tapa. Es la mejor manera para conservarla, así no se impregnará de olores.
Para qué sirve
En general, la miel clara combina mejor con el panqué y los tés; la oscura, con los pasteles de fruta y chocolate. Los pasteles hechos con miel se conservan mejor que los hechos con azúcar.
A la hora de comprar la miel de abeja
No acepte frascos en los que la miel esté líquida en la superficie, pero tenga cristales claros en el fondo, porque puede ser inservible. Para que se desprenda más fácil de la cuchara, introdúzcala primero en agua caliente.
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