El estilo romántico en la decoración de interiores se remonta al siglo XIX, cuando se utilizaban grandes columnas del neobarroco y los palacios con grandes vestíbulos y salones.
Pero no hay necesidad de regresar a esa época, o tener un hogar con salones inmensos ni columnas para conseguir hoy en día, un ambiente romántico en nuestro hogar.
Este tipo de decorado predomina por tener muchas flores y combinar diferentes de tonos pasteles como el rosa, el lila, el amarillo o el verde, lo que le dará un aire delicado, cálido, acogedor y atemporal al ambiente.
Pero si no quieres excederte en las flores, también pondrás crear este decorado romántico sin usarlas, ya que esta es la maravilla del estilo romántico: que es muy versátil.
Para conseguirlo, la medara será tu mejor aliada. Usar madera en tonos claros como la del nogal, no solo le da un toque romántico y sofisticado al espacio, sino que creará la ilusión de que el espacio donde está ubicada es más grande de lo que en realidad es.
Otro factor fundamental para crear un espacio romántico es usar el color blanco. Ya sea en paredes, muebles o sillones, el blanco es la base fundamental del romanticismo, eso sí, siempre combinado con colores suaves con detalles complementarios. Nunca podrás dejar un ambiente totalmente blanco, ya que el resultado final será otro.
Las texturas te darán ese complemento perfecto para tu decoración de interiores. Utiliza texturas sutiles, suaves. Te recomendamos sedas o telas pomposas que podrás utilizar en cortinas, por ejemplo, o en cubiertas de muebles con líneas redondeadas y limpias.
Entre las texturas que podrás utilizar en tus muebles se encuentra el terciopelo. Una buena opción es tapizarlos con estas telas en un tono joya, los cuales podrás utilizar tanto en salas de estar como en la habitación.
Como dijimos anteriormente, las flores son clave para tener un espacio romántico, pero si no quieres llenar tu hogar de estampados florales, bastará con colocar adornos florales en las esquinas, centros de mesa o mesas auxiliares. Ya sean flores frescas o preservadas, el usar flores llenará de romanticismo el lugar, y lo mejor, las podrás quitar cuando te plazca.
El cristal es otro material que juega a la perfección con el estilo romántico. Puedes utilizarlo de manera sutil como en floreros, adornos, o envases para colocar tus velas, o si lo prefieres, también puedes jugar con objetos más grandes como un gran candelabro de cristal o un espejo que enmarque todo el salón.
Los ambientes suaves, mullidos y cómodos son sinónimo de romanticismo, por ello los cojines y mantas van de la mano con este estilo decorativo. Juega con diferentes texturas y colores en tus agregados para, además de aportar romanticismo, aporte dinamismo al ambiente.
Y como punto final, pero no menos importantes, se encuentran los detalles. Bien dice el dicho que “todo está en los detalles”
Complementar tu estilo romántico con pequeños detalles en las diferentes habitaciones será lo que le dé el toque final a tu decoración.
Presta atención a las pequeñas cosas como los accesorios del baño, las sales de baño, las cortinas con telas delicadas y caídas suaves, luces tenues, música suave y baja o utilizar borlas, serán la guinda del pastel para un espacio romántico.
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