Las rayas nunca pasan de moda, y poder decorar el interior del hogar usándolas es una forma de mostrar un diseño atemporal con diferentes alternativas.
Para decorar con líneas o rayas hay que tener mucho cuidado de no caer en la sobrecarga visual, que ya suele pasar muy fácilmente. Para evitarlo, hoy te daremos los mejores consejos para que tu decoración con rayas termine siendo agradable a la vista, otorgando diseño y elegancia al lugar.
A la hora de pintar las paredes con franjas existen varios factores que debemos tomar en cuenta, Entre ellos está el color, la textura y el grosor de las mismas a utilizar. Teniendo esto en cuenta, son muchas las preguntas que nos podemos hacer para decorar con rayas como ¿claras u oscuras?, ¿verticales u horizontales?, anchas o gruesas?, etc.
Rayas en el decorado
Verticales
En definitiva, las verticales son más usadas que las horizontales. Esto se debe a que utilizar las rayas de forma vertical estilizará el ambiente, dando la sensación de tener los techos más altos.
Mientras más fina sea la franja, más estilizada lucirá la ambientación de la habitación, estilizando paredes y ventanas. Si lo que se quiere es darle movimiento al lugar, se debe optar por rayas de diferentes grosores, y si queremos lucir un aspecto ordenado, las rayas iguales serán tu opción ideal.
Horizontales
Este tipo de rayas se aconseja utilizar en lugares amplios y altos debido a que ellas tienden a achicar un poco los espacios.
Para evitar este efecto, se deberán utilizar líneas anchas y de tonos claros como el beige, gris o colores pasteles, además de ser tonos visualmente relajantes. De mismo modo, las líneas simétricas y del mismo tono darán una visual ordenada, mientras que las desiguales le darán mayor dinamismo al ambiente.
Color
Este temas es complicado, ya que el color utilizado se basará en el resto de los tonos de la decoración, para crear un ambiente armónico.
Lo que si podemos indicar es que utilizar colores claros agrandarán visualmente el espacio, mientras que los vibrantes darán la ilusión de un lugar más pequeño de lo que en realidad es. Por ello, si te decantas por rayas de tonos vibrantes, lo recomendable es utilizarlas solo en una pared o sección del salón. De esta forma no recargaras el espacio.
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