La murmuración es una actividad humana que consiste en hablar de alguien o algo, bien o mal, aunque generalmente de forma desfavorable, sin que la persona en cuestión esté presente.
Esta habladuría en muchas oportunidades atenta contra el bienestar de la víctima, pero además, puede afectar incluso a quienes se dedican a hablar de esa persona.
¿Qué es la murmuración?
Según el diccionario de la Real Academia Española, murmurar es hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por algo.
También se define como la acción de conversar en perjuicio de un ausente, censurando sus acciones.
Algunos sinónimos de murmuración son habladuría, comadreo, rumor, chisme o cotilleo.
Acto negativo
Esta acción es considerada un pecado contra el octavo mandamiento “no dirás falso testimonio ni mentiras”; además, atenta contra buena fama del otro y hasta destruye la convivencia pacífica entre las personas.
El acto de quejarse entre dientes o en voz baja, por lo general, tiene el fin de desacreditar y es provocado por la envidia, el orgullo, la hipocresía, la soberbia, la ironía y la falsa humildad.
En la actualidad es común ver y oír a la gente murmurar, esto es parte de la rutina, pues resulta muy fácil caer en ello, sobre todo cuando se convive en espacios con muchísimas personas, pero se debe evitar.
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Stop
No hablar de otros a sus espaldas es una forma de mejorar la relación y la convivencia pero además, ayuda a mejorar la salud emocional y espiritual de quien decide ponerle un freno al mal hábito de la murmuración.
Para ponerle fin a las murmuraciones se recomienda poner en práctica estos consejos:
– Cuando estés hablando reconoce si estás elogiando o criticando a alguien que conoces y si esto afecta a la persona, desvía la conversación.
– Intenta hablar siempre evitando señalar lo que han hecho o dejado de hacer los otros acerca de algo determinado, y céntrate en lo qué se debe hacer y sobre todo, en lo que tú puedes hacer.
– Piensa todo antes de hablar. La impulsividad no es buena consejera en ningún ámbito de la vida. Por tanto, si no tienes nada bueno que decir, es preferible callar.
– No hagas lo que no te gusta que te hagan.
– Cultiva las virtudes: sinceridad, caridad y claridad.
Conclusión
Para evitar la murmuración “Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo, que a condenarla; y si no la puede salvar, inquirirá cómo la entiende, y si mal la entiende, corrígela con amor; y si no basta, busque todos los medios convenientes para que, bien entendiéndola, se salve”. (S. Ignacio de Loyola).
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2022-06-16
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