Elimina las células muertas con exfoliación para la piel, así le da brillo y suavidad, además de ayudarnos a disimular marcas y cicatrices. Puedes hacerlo una vez a la semana.
Elimina células muertas con productos naturales
– El azúcar es uno de los exfoliantes caseros más eficaz que puedes encontrar, de preferencia de fina, para evitar que te lastimes. Si quieres exfoliar tu rostro, límpialo, humedécelo y aplica en tu mano una cucharada de azúcar. Deberás frotar movimientos circulares, y siempre hacia arriba, sin aplicar fuerza.
– La avena es otra maravillosa aliada que sirve para exfoliar nuestra epidermis. Mezcla tres cucharadas de avena en hojuelas con ¼ de taza de leche. Deja que las hojuelas se hidraten en el líquido durante unos 10 minutos, como resultado, debes obtener una capa con cierto espesor.
– La miel es muy usada en el mundo de la cosmética, pues hace que la piel quede hermosa y llena de vida. Mezcla una cucharada de miel, dos almendras molidas, y una cucharadita de jugo de limón. Aplícala con suavidad, y déjala actuar por 15 minutos, remueve con agua fría. Enseguida notarás como tu piel luce revitalizada, suave e hidratada.
La arcilla ideal para la piel
– Solo deberás mezclar usando una cuchara de madera, una porción de arcilla roja, con un poco de agua, hasta crear una pasta. La aplicas en la piel y la dejas actuar por 15 minutos.
Es importante que tengas en cuenta que, exfoliar la piel de una manera excesiva, hace que se elimine la capa superficial, cuya función es protegernos de los rayos solares. Entonces, si exfoliamos a diario, podemos hacernos más vulnerables al sol, y producirnos quemaduras o irritaciones.
Según tu tipo de piel
– Para la piel seca, lo más recomendable es que exfolies una vez cada dos semanas.
– Si tienes la piel grasa, puedes exfoliarte una vez a la semana.
– Grasa, pero con acné, deberás visitar a un médico especialista que te indique las pautas a seguir.
– Si es mixta, es recomendable que las zonas más grasosas las exfolies una vez por semana, mientras que las más secas una vez cada dos semanas.
Exfoliarte de manera fácil
– Con el rostro limpio y húmedo, aplícalo con la mano formando círculos hacia afuera. Al finalizar, retíralo con agua.
– También puedes usar un cepillito suave, para exfoliar con mayor profundidad.
– Espera el tiempo estipulado y retira con agua tibia.
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