Desde las regiones del Asia hasta America se conoce las hortensias, esta planta pertenece a la familia de la Hidrangeaceae de las cuales existen 40 especies de Hydrangea producto de numerosos híbridos con muchos colores.
Crece en tallos robustos con hojas lobuladas tres pos cada nudo. Sus flores reunidas en inflorescencias más o menos esféricas se llaman corimbos o mazorcas, están son remplazadas por los sépalos, grandes y con forma de pétalos. Su variedad en colores es extensa se pueden conseguir desde matices de rojo, rosado, azul y violeta. La coloración depende mucho de la genética de la planta, pero también del terreno donde se siembre, por ejemplo si el terreno tiene reacción ácida la planta nace con un tono azul-violeta, mientra que en terrenos alcalinos se desarrolla en color rosa o lila. Así que tome en cuenta cuando abone el terreno de su jardín.
Cuidados
Las hortensias necesitan riegos abundantes sobre todo en época de calor, se suele sugerir regarla dos veces al día y revisar las hojas de vez en cuando. El agua no debe contener cal, ya que esta le produce un daño terrible. Al final de la floración, pódelas, dejando tallos no más largos de 10 cms.
En tiempo frío esta planta se le caen las hojas y vuelve a brotar las hojas en primavera. Si la tiene en macetas la recomendación es colocarla en un lugar luminoso, claro cuidando que no este expuesta a la luz directa del sol, la temperatura del sitio debe ser fresca, si es posible que no supere los 18 ºC.
El mejor sitio de ellas es en el jardín donde tenga la capacidad para crecer y extenderse o en una maceta grande en la terraza. Si mantiene todos los cuidados básicos puede durar cuatro años. Puede sacar esquejes y luego trasplantar para tener plantas más jóvenes en el jardín. Cuando los estes podando, nunca corte las ramas crecidas en el año, estas se reconocen porque presentan una yema en el ápice.
El dato
Para que duren más los ramos de flores solo tiene que cortar los tallos en oblicuo y realizar dos cortes en cruz al final. Así, la flor absorbe mejor el agua. Añada una cucharadita de azúcar al florero, este le servirá de nutriente y riegue con un agua fresca una vez al día protegiéndola de las corrientes de aire y la luz del sol directa.
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