La enfermedad cardiovascular es frecuente en la mujer y en la mayoría de los casos mortales. Aunque afecta a hombres y mujeres, es común que llegue sin sintomatología a las mujeres. Por ello hay un algo riesgo de mortalidad.
Las madres pueden transmitir la enfermedad durante el embarazo y el desarrollo del feto, y puede aumentar en la infancia, debido a una dieta poco saludable y al sedentarismo.
Hay patologías que indican que hay un caso de infarto: de dolor torácico, mayor presencia de dolor en la espalda, en el cuello y falta de aire, que la mayoría de los casos las mujeres relacionan con la ansiedad y el estrés.
Si se adoptan pequeños cambios, se puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares:
– Anualmente se debe realizar el electrocardiograma.
– Realizar actividad física por lo menos tres veces a la semana.
– Sustituir el chocolate y los dulces, por postres alternativos como las frutas.
– Presentar los alimentos saludables de manera atractiva, invitar a los a los niños a participar en su elaboración.
– Limitar la ingesta de sal a menos de cinco gramos al día, y utilizar platos más pequeños, con más cantidad de frutas y verduras que de carne o hidratos de carbono, son otras recomendaciones.
– Mantener en niveles normales la presión sanguínea, el colesterol elevado, el sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
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