El engrosamiento de las venas, es uno de los síntomas de las hemorroides dependen del grado de grosor de las mismas. Mientras más visibles y gruesas sean, mayores serán las complicaciones.
Engrosamiento de las venas
El término hemorroides hace referencia a pequeñas varices o venas que sufrieron una excesiva dilatación y adoptaron formas de nudos, ubicadas en el canal anal. En sus fases iniciales son frecuentes en la mayoría de las personas, y no suelen presentar molestias; en este caso, no recibe la categoría de enfermedad ni es necesario optar por un tratamiento.
Causas
– Ejercer presión al defecar, ya que se inflaman los tejidos y las venas del conducto anal.
– Estreñimiento.
– Sedentarismo o permanecer sentado durante mucho tiempo.
– Se asocia con otras enfermedades, como la cirrosis hepática.
– Padecer sobrepeso.
– Embarazo.
Consecuencias
– Cuando las venas comienzan a dilatarse, las hemorroides permanecen internas y, debido a que la mucosa anal que rodea el recto no posee sensibilidad, es poco común la aparición de síntomas. Sin embargo, en ocasiones los pacientes pueden observar sangre y tener sensación de ardor.
– Cuando es problema es mayor las hemorroides brotan hacia el exterior del conducto, debido al aumento de las dilataciones y, en consecuencia, se origina dolor en los tejidos de la zona. Se agregan otros síntomas, como presencia de sangre, inflamación y enrojecimiento de la piel.
Prevención y consejos
– Dieta adecuada: Incluye alimentos ricos en fibra, una sustancia presente en frutas, legumbres y verduras, que atrae el líquido, lo cual hace que las heces sean más blandas. Es recomendable, tomar entre uno y medio a dos litros de agua al día, para prevenir el estreñimiento, una de las causas de las hemorroides.
– Es ideal: disminuir el consumo de sal, alcohol y otros ingredientes irritantes, como chile, especias, mostaza, vinagre, ajo, cebolla, grasas y café.
– Mantenerse activo: caminar o nadar son prácticas que mejoran el tracto digestivo, una posibilidad menos de desarrollar hemorroides. Los que sí aumentan el riesgo a padecer la enfermedad, son los deportes que requieren estar sentado, como el ciclismo, la equitación y el motociclismo.
– Postura: variar el lapso entre estar sentado y de pie; nunca permanecer en una sola posición durante mucho tiempo.
– Defecar: evitar pujar durante la evacuación, ir al baño cuando existen las ganas y no permanecer mucho tiempo en el inodoro. Además, utilizar un tipo de papel higiénico suave, toallas húmedas, o lavarse con agua tibia.
– Sobrepeso: la grasa alojada en el abdomen comprime las venas hemorroidales.
– Ropa: preferir prendas holgadas y no ajustadas al cuerpo.
– Edad: los pacientes más propensos a padecer este problema, son aquellos que pasan de los 50 años.
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