Trabajo que se ve recompensado. Venezuela tiene grandes y extraordinarios profesionales, que pasan a ser ejemplo a seguir para cualquier inmigrante. Y se convierten en nuestros representantes fuera de estas fronteras, dejando el nombre del país muy en alto.
Tal es el caso de Alejandra Gabriela Gutiérrez Oraa. Que con 21 años fuera de su país natal, viviendo en Estados Unidos, esta guairense de 33 años de edad se ha forjado un camino. Camino estadounidense que la ha llevado al éxito. Por lo que ya cuenta con siete premios Emmy en su haber, pero conservando su humildad y raíces bien puestas.
Se considera constante, alegre, trabajadora, impaciente y venezolana; y asegura que en el ámbito profesional quiere “seguir creciendo en el periodismo, en medios de comunicación. Así como también seguir siendo un referente latinoamericano.” No solo en su país, sino en Latinoamérica; y en el ambiente personal, asegura que la meta que le gustaría alcanzar es tener un hijo.
Conversamos con esta carismática periodista y presentadora venezolana, para conocer un poquito más sobre ella.
– ¿Cómo es un día cualquiera en la vida de Alejandra Oraa?
Durante los días de trabajo, me despierto temprano. Ahora, debido a la pandemia, se cambió el horario de Café CNN, antes me despertaba a las 3:30 a.m. Pero ahora, con nuestro nuevo horario, me despierto a las 5:55 a.m., más o menos, me arreglo, me maquillo para poder estar en el programa. Me visto y subo a la cocina a prepararme un café, porque sin un café no puedo comenzar la mañana. Empiezo a leer todos los titulares que debemos escribir, y las noticias que vamos a tener en el día.
Después de estar en Café CNN, de 8:00 a 10:00 a.m. en vivo, tenemos una reunión editorial, hasta más o menos el mediodía. Igual que unas guardias con noticias de último momento. Después de ahí, hago algunas cosas personales, como comer, hacer una siesta, o realizar ejercicio. Y en la noche, antes de ir a dormir, preparo las entrevistas que tengo para el día siguiente en el programa. Los fines de semana sí intento descansar y desconectar un poquito de las noticias.
– Aparte de trabajar desde casa, ¿qué ha sido lo más difícil para ti de la pandemia?
Lo más difícil ha sido adaptarme a no viajar. Estaba muy acostumbrada a viajar, tanto por mi trabajo como por la vida personal. Y tenerme que encerrar en Miami, a conocer mi casa, prácticamente, a conocer a mis amigos, que tenía tanto tiempo sin pasar con ellos. Aunque fue un desafío porque estaba aquí, los quería ver, pero no podía debido a la pandemia. El acostumbrarnos a tener esta nueva metodología de vida, ha sido un poco complejo. Sin embargo, siento que lo que más me costó, hoy en día es lo que más me gusta. Me gusta la rutina de estar en casa, aprecio mi hogar más que nunca. Y aunque de vez en cuando me haga falta viajar, sí siento que, ahora viviendo esto por un año, emocionalmente y de salud, necesitaba pausar. Quedarme un ratico en tierra; así que lo que quizá por un momento fue un desafío, hoy en día es una bendición.
– ¿Cuál es tu hobby? ¿Con qué te distraes o relajas?
¡Con la música! Me encanta la música; escucharla y tocarla. Me gusta saber cuáles son los top hits, los top 40 en Spotify, mis músicos preferidos, para saber qué es lo que están sacando nuevo. Me gusta tocar instrumentos musicales, específicamente el piano, puedo tocar un poquito el cuatro y el cajón, que aprendí a tocar durante la cuarentena. Ya lo tenía y aprendí a tocarlo con tutoriales en las redes sociales y YouTube. Pero la verdad es que la música me apasiona muchísimo y me ayuda con otro hobby, que es intentar mantenerme en forma. Trotar, hacer ejercicios, entrenar con música. Aprovecho el hobby que tengo con la música, para poder tener un buen play list con el otro hobby que tengo, que es hacer ejercicio.
– ¿Qué es para ti el éxito?
La constancia. Considero que cuando uno cree en uno mismo, cuando hace, dice y piensa lo mismo, esa es la clave del éxito. A veces es difícil hacer las tres cosas al mismo tiempo y, sobre todo, mantener esa constancia y fe de seguir haciendo las cosas bien. O seguir teniendo ganas de hacer cosas; y cuando lo logras, yo creo que esa es una clave del éxito. El éxito no son premios ni dinero. Yo creo que es siempre la fe de seguir adelante, la perseverancia.
– ¿Qué consejo le das a otros inmigrantes latinos en USA, para lograr sus metas?
Lo primero, como lo dije anteriormente, tener constancia. Es una montaña rusa de angustias, de rechazos, de dolores y también de alegrías. Es difícil comenzar de nuevo, es difícil comenzar de cero. Pero cuando se recuerda que uno lo está haciendo por un propósito, cual sea el motivo del inmigrante, hay que tener un poquito de paciencia.
Otro punto importante es asimilar la cultura del país a donde uno llega. A veces, muchos inmigrante tienden a quedarse en sus propios recuerdos y culturas, lo cual no está mal, hay que hacerlo para no olvidarnos de dónde venimos. Pero también hay que asimilar dónde estamos, y entender cuál es el país que nos ha dado la bienvenida. Cuál es nuestro nuevo hogar, todo eso es sumamente importante.
Y lo último, es ser agradecido con las oportunidades que la gente te da en otro país. Creo que es la mejor carta de presentación que uno puede tener para abrir las puertas. Cuando la gente te da una oportunidad, y ven que eres agradecido y la tomas con responsabilidad, tendrás más oportunidades de éxito.
– ¿Qué supone tener siete premios Emmy?
Que soy constante. Que he trabajado bastante. Creo en mí, y también creo en tener un equipo que me ayude. Los grandes que trabajan en equipo dicen: “nadie es tan bueno como todos juntos”. Todos aportamos algo. A veces hay cosas que uno no entiende, que uno no tiene esa perspectiva porque lo ve desde otros ojos. Y es importante tener otra persona que te ayude a bajar, que te ayude a moldear, que te ayude. En mi caso, a producir algo que uno no puede ver. Entonces, unirte a gente que puede sacar lo mejor de ti, tener muchísima constancia, mucho trabajo y creerte las cosas. El credo personal te ayuda a tener premios personificados en Emmys.
– ¿Qué puertas personales o profesionales te han abierto tus premios?
Personales o profesionales, yo creo que nada más es como un adjetivo calificativo. Cuando hablan de mí, siempre dicen: “Alejandra Oraa, la presentadora de televisión con más premios Emmy”, en español, por supuesto, no en inglés. Que sigo siendo muy joven, la más joven de CNN en Español, a mis 33 años. Creo que tal vez es simplemente un recordatorio de que haber empezado joven, era porque tenía las ganas de hacer algo grande con mi carrera. Te toman más en serio. Tal vez a la gente le causa un poquito más de curiosidad hablar contigo, algún invitado o algo por el estilo. Pero las puertas creo que me las abre más el trabajo, que el premio en sí.
– ¿Qué otro logro profesional te gustaría alcanzar?
Me gustaría producir y ser parte de un documental que tenga que ver, quizá, con mi país, o con América Latina. Que sea un documental exitoso, de buena calidad. Un documental que trascienda, algo que quizá yo le pueda dejar a mi país, en cuanto a tema histórico o cultural. No me gustaría hacer un documental político, pero sí algo de la historia y la cultura de Venezuela.
– ¿A qué le tienes miedo?
A la muerte. Yo sé que suena muy cliché, pero le tengo pánico a la muerte. Nunca he podido ir a un velorio, a un funeral, no sé cómo manejar esa etapa final de la vida. Incluso con las personas que más he querido. Me cuesta mucho asimilar que alguien que uno apreció, conoció, trasciende.
– ¿Qué es lo que más disfrutas de hacer “Destinos”?
Viajar y conocer, y de la mejor forma, porque cuando haces un programa de turismo, te toca conocer lo mejor de un país. Entonces, qué bonito es poder viajar a América Latina y conocerla. En mi caso no tenía mucho conocimiento, por vivir tanto tiempo en Estados Unidos. Poder tener, primero, la lista de las mejores cosas de qué hacer en el país. Segundo, documentarlo de la mejor forma, ya que no necesito fotografías, tengo programas preciosos con imágenes de esos países. Y tercero, darme cuenta de lo similares que somos nosotros desde la Patagonia hasta México. Haciendo turismo en Argentina, Paraguay, Venezuela, Colombia, Costa Rica, e incluso aquí mismo en Miami, me doy cuenta de que siempre tenemos un hilo conductor. Porque quizá antes de “Destinos”, yo pensaba que un argentino tal vez tenía muy poco en común con un mexicano. Y después me di cuenta que hay algunas cosas en las que podemos entendernos.
– ¿Está en tus planes hacer un “Destinos” en Venezuela?
Hice una vez “Destinos Canaima”, en 2015. Me encantaría hacer un “Destinos Venezuela Nacional”, pero por la situación de la seguridad en estos momentos, no lo veo factible. Y si, además, le agregamos ahora la situación de pandemia, donde sabemos que las fronteras están cerradas. Y por motivos de seguridad, no es probable que podamos viajar, “Destinos” en general, está en pausa.
– Además de tu familia, ¿qué más extrañas de tu país?
Extraño sentirme que pertenezco, que cuando salgo a la calle, esa persona es de la misma tierra mía. Que tal vez mi infancia (porque me fui del país a los 12 años) es muy similar. Que no tengo tal vez que estar explicando algunas cosas, que en otros países, por ser de distinta cultura, no entienden. Extraño sentirme identificada, ese sentimiento de casa, que aunque yo esté fuera de Venezuela desde hace 21 años, cada vez que regreso sigue estando intacto. Aunque de vez en cuando me digan que mi acento no es tan venezolano.
– ¿Cómo está la vida sentimental de Alejandra?
Está tranquila. Afortunadamente, la pandemia me ha permitido que esté tranquila y en paz.
– ¿Cuál es tu rutina de belleza?
Realmente, no tengo una rutina de belleza en específico. Me gusta cuidarme con mis ejercicios, creo que eso es súper importante para la televisión. Últimamente estoy un poco obsesionada con las cremas y los serums. Porque ya después de los 30 años, uno empieza a notar ciertas cositas, y sobre todo madrugando, hay que tener mucho más cuidado. Me cuido mucho el cabello; procuro ponerle protector a las planchas, porque me lo tengo que peinar todos los días con tenazas y con planchas. Y otra de las cosas que he estado procurando para el tratamiento de belleza, es eliminar un poquito los lácteos. Y me cuesta mucho como venezolana, porque nos encanta el queso. ya que me he dado cuenta que los lácteos me causan muchos brotes faciales.
– ¿Cómo y dónde te ves en 10 años?
Espero no verme en una pandemia, porque hoy en día uno siente que esto es eterno. Me veo en 10 años aún haciendo televisión, espero estar todavía trabajando para América Latina. Y ya que esto es una audiencia latinoamericana con enfoque en Venezuela, ojalá, mejoren las cosas para el país, para Venezuela. Y ¿por qué no?, hacer un programa o un documental de viajes, de cosas bonitas y culturales de Venezuela. Espero que se logre de aquí a 10 años.
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