Las hojuelas de maíz también llamadas copos de maíz están hechas de harina de maíz como ingrediente principal, azúcar añadido, vitaminas y minerales.
Este producto ha sido industrializado y es conocido en muchas partes el mundo llegando a formar parte del desayuno y hasta de la cena.
Su origen se le atribuye a Will Kellogg, un médico estadounidense que decidió fabricar para los pacientes de su clínica pequeñas hojuelas de maíz con la firme idea de que ayudarlos a la digestión y a combatir otros muchos padecimientos gastrointestinales.
Actualmente encontramos en los supermercados diversos cereales, no sólo de maíz, sino también de trigo, arroz, granolas o mezclas de varios ingredientes.
¿Es beneficioso comer hojuelas?
No se puede afirmar por completo que comer hojuelas de trigo todos los días sea malo. Pero, debes tomar en cuenta que la mayoría de estos productos son alimentos altamente procesados y con un nivel de azúcar excesivo.
El índice glucémico es alto y pueden causar un aumento en los niveles de insulina en el cuerpo. Para los diabéticos tipo 2 no se recomiendan.
Sin embargo, también es bueno acotar que puede resultar útil ya que dentro de sus compuestos tiene ácido fólico, vitaminas, fibras dietéticas, proteínas y carbohidratos.
Los cereales actuales están enriquecidos con:
Vitamina B1: Regula el apetito, la digestión, el funcionamiento del sistema nervioso y el crecimiento.
B2: Antioxidante que previene da–os celulares causados por el oxígeno en la sangre, e interviene en el proceso del crecimiento.
B6: Da energía, preserva las funciones cerebrales y participa en la producción de algunas hormonas.
B12: Previene ciertos tipos de anemia al ser esencial para la formación de glóbulos rojos y para el metabolismo del ácido fólico.
Vitamina C: Ayuda a la correcta absorción de hierro y a la cicatrización, además, protege contra infecciones y mantiene saludables los vasos sanguíneos.
Niacina: Participa en las reacciones para obtener energía a través de los alimentos y reserva una parte en los músculos para usarla más adelante.
Ácido pantoténico: Participa en la obtención de energía, en la producción de colesterol, hemoglobina y algunas hormonas.
Hierro: Transporta oxígeno y bióxido de carbono, es importante para mantener las funciones del cerebro y previene contra infecciones.
Zinc: Indispensable para el crecimiento y la maduración, para el mantenimiento de las células y para proteger al organismo de enfermedades, especialmente las de las vías respiratorias.
Calcio: Necesario para la formación de huesos y dientes, para todos los músculos, para la coagulación de la sangre, para la transmisión de estímulos nerviosos y para la correcta absorción de la vitamina B12.
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