La manta para muebles es un accesorio que siempre y cuando se seleccione la apropiada hará resaltar el lugar.
Expertos señalan que esta es una prenda ideal que sirve como complemento informal para multitud de estancias en el hogar. Se puede colocar para decorar el sofá, los sillones, sillas, e incluso, la cama del dormitorio.
Generalmente se le conocen como manta, manta fina, manta de sofá, manta de viaje o mantita; pero, además, tiene un nombre artístico y este no es otro que “plaid”.
¿Para qué sirve la manta?
Tiene la particularidad de abrigar, sin embargo, puede sacársele provecho y utilizarse como un elemento decorativo que realce tus espacios, y hasta se logre una atmósfera acogedora.
Incluso, según combines los textiles, puede quitarle rigidez a la estancia, por ejemplo, en los muebles o camas en las habitaciones. Todo va a depender de las combinaciones de texturas y la superposición de éstas.
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Toma en cuenta
1. Elige el tamaño adecuado según el tamaño del mueble e incluso, de cuántas personas vayan a usarla a la vez. No obstante, lo mejor es optar por una manta lo suficientemente grande.
2. Revisa las diferentes opciones en cuanto a materiales y texturas, pues la idea es que selecciones una que pueda servirte durante todo el año. Una opción que siempre irá bien son las mantas finas de algodón o lino.
3. Como lo mejor es siempre buscar la comodidad, selecciona una manta ligera, ya que, si bien pueden no abrigar tanto como otras más gruesas, resultan muy cómodas y prácticas, mientras menos pesen.
4. El color es otro de los aspectos más importantes al momento de escoger la manta para el mueble, pues dependiendo de este, lucirá mejor o peor la estancia.
Es necesario que combine con el color del mueble o la funda y con los cojines, pero también con las paredes y el resto de muebles.
Recomendaciones
Así debes colocarlas para que siempre logres el efecto apropiado y no parezca una simple tela al descuido, o que quedó olvidada.
No existe una única manera de doblarlas y colocarlas en tus muebles, en función del uso que le vayas a dar o cómo deseas que luzca sobre tu sofá.
Por ejemplo, toma la manta y dobla en tres partes a lo largo, primero con un lado y luego con el otro. Luego dobla esta pieza larga por la mitad. Seguido, coloca en una esquina de un sofá o silla, o en el respaldo, cubriendo todo de forma horizontal.
Otra opción es doblar la manta por la mitad verticalmente, haciendo coincidir las esquinas. Luego, la doblas por la mitad y simplemente la dejas caer sobre la esquina de un sofá o silla.
Este es el método más simple y rápido de doblar la manta del sofá y también el más cómodo cuando estando en el sofá quieras coger tu manta para taparte.
Finalmente, te podemos señalar, que se puede doblar la manta nuevamente por la mitad verticalmente, pero esta vez, no hace falta que dobles por la mitad.
Coloca la manta sobre el respaldo del mueble o si lo prefieres, sobre los asientos. Este es un método realmente rápido de doblar una manta y la mejor forma de tenerla preparada para taparnos cuando nos sentemos.
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2022-12-26
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