La contaminación cruzada de alimentos es uno de los mayores peligros que puede darse en la cocina.
Este proceso se da cuando los alimentos entran en contacto entre sí con otros que están cocinados o no y se contaminan como resultado del intercambio de sustancias ajenas.
El peligro de consumir alimentos contaminados puede generar reacciones alérgicas y afectaciones en la salud.
En la cocina se pueden dar este tipo de contaminaciones cruzadas si no se tiene el debido cuidado.
Las tablas de cocina pueden ser un foco de microorganismos como gérmenes, bacterias y hongos si se usan mal. Nunca se deben picar alimentos como el pollo crudo en una tabla y luego usar esa misma para cortar vegetales. Si no se desinfecta de manera adecuada, puede provocar contaminación cruzada.
Para evitar este tipo de problemas existen diferentes tablas que sirven para picar cada alimento. ¡Conoce para que sirve cada tabla!
Tablas de picar y usos
Blanca: Se utiliza para los quesos y panes.
Verde: Para las frutas y verduras.
Amarilla: Carnes blancas (pollo y pavo).
Azul: Se utiliza para los pescados y mariscos.
Roja: Para la carnes rojas.
Marrón: Se utiliza para las carnes cocidas y fiambres.
Negra: Esta tabla está destinada para presentar los alimentos.
Medidas para evitar la contaminación
1 Antes de comenzar a cocinar o manipular cualquier alimento debe lavarse las manos con agua y jabón.
2 Separe los alimentos crudos de los cocidos. Jamás los guarde juntos en un mismo envase.
4 Lave muy bien los alimentos antes de cocinar.
5 Después de usar las tablas debes lavarlas muy bien y secarlas.
6 Después de realizar las compras como pollo, carne y otros alimentos que necesiten refrigerar al momento de llegar casa debes guardarlos de inmediato en la nevera. Así evitas que se dañen y prolifere microorganismo.
¿Cómo mantenerlas limpias?
Para evitar el cruzamiento de sabores al preparar los alimentos, y la contaminación de la tabla, se recomienda fregarlas muy bien después de cada uso con un cepillo de cerdas gruesas, agua tibia y un poco de detergente. Se deja parada para que el aire circulante la seque perfectamente.
Si luego de usarlas y lavarlas siguen oliendo a cebolla o ajo, solo debe frotarla con un trozo de limón y lavarla nuevamente con agua y detergente.
En el caso de las tablas de madera de buena calidad, puede darles una segunda oportunidad: se le pasa una buena lijada con lija gruesa y luego con una fina y vuélvala a engrasar. Dependiendo del grosor de la tabla, este trabajo se puede repetir varias veces.
No use productos de limpieza u otros desinfectantes químicamente fuertes, ya que estos pueden dañar la tabla además de contaminarla y pasar a la comida elementos tóxicos para el organismo.
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