Ser feliz favorece tanto la salud física como mental, pues esa sensación de creer y tener esperanza en el futuro, en que las cosas estarán bien, y sentirse con ánimos llena de energía y enriquece el alma.
Basándose en ello, los investigadores proponen que para ser feliz es necesario aprender a disfrutar las experiencias positivas, y vivencias de una manera consciente.
Pero además señalan unas formas puntales que ayudan a que la persona pueda prolongar su efecto de bienestar e incluso desarrolle un mayor sentido de resiliencia y autoestima, por ejemplo.
En definitiva, para ser feliz es necesario que la persona reconecte de manera intencional su cerebro y hasta cree hábitos positivos que le lleve a emprender el camino que conduce a la felicidad.
Aprender a ser feliz
Según estudios científicos se ha comprobado que se puede aprender a ser feliz, que el ser humano tiene la capacidad de enfocarse en aprovechar las oportunidades, en trabajar en objetivos concretos.
Además, psicológicamente puede hacer un trabajo que le lleve a desarrollar las habilidades necesarias para concretar todo aquello que le ayude a alcanzar la felicidad.
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¿Cómo lograrlo?
1. Meditar ayuda a reescribir el cerebro. Dedicarle algunos minutos diarios favorece el bienestar.
2. Pasar tiempo con la familia y amigos es clave porque te conecta con lo que te agrada, te llena de energía y en consecuencia te hace feliz.
3. Planear un viaje. No importa que tan cerca o lejos sea, lo importante es que te desconectes por un tiempo para que conozcas y disfrutes de algo diferente, te recargues de energía y te permita ser feliz.
4. Múdate más cerca de tu lugar de trabajo para que evites el estrés de tener que pararte más temprano, salir apresurado ante cualquier obstáculo que se presente, etc.
5. Realizra ejercicios todos los días. No tienes que encerarte en un gimnasio, caminar, trotar y hasta bailar 10 minutos cada día te llena de energía, buen ánimo y en consecuencia te ayuda a ser feliz.
6. Ser agradecido en la vida. Ser agradecido de lo que se tiene y de lo que no, de las pequeñas cosas de la vida, porque ellas también hacen la diferencia. La gratitud es uno de los mejores regalos que podemos dar y recibir.
7. Ayudar a otras personas enriquece el espíritu. Ayudando a otros te ayudas a ti mismo.
8. Tomar aire fresco cada día. Estar al aire libre te ayuda a relajarte, liberar cargas y en consecuencia mejora tu estado de ánimo.
9. Sonreír es una caricia para el alma. Un día que no rías es un día perdido.
10. Dormir mínimo ocho horas diarias, recuerda que el descanso es fundamental para que el organismo libera todas esas hormonas necesarias para ayudarte a evitar el estrés.
Descansar permite que el cuerpo y el cerebro recuperen toda la energía necesaria para enfrentar el día, y esto a su vez genera placer, buen estado de ánimo y felicidad.
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2022-10-15
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