Las frutas no sólo cumplen con su cometido alimentario, también sirven para prevenir las enfermedades y, por qué no decirlo, hasta para curarlas.
La toronja, el kiwi y naranja son tres buenísimos ejemplos de remedio natural que tienes al alcance de tu mano.
Toronja o pomelo rosado
Es la fruta del árbol de la familia de las rutáceas, cultivado por su fruta. Algunas variedades de esta fruta son muy agrias y otras dulces, la mayoría posee semillas.
La toronja es un híbrido, que se aprecia por su bajo valor calórico, tiene 90% de agua. Posee vitamina A, B2, B3 y C, es fuente de fibra, potasio, calcio y magnesio.
Se recomienda comer esta fruta para reducir el contenido de lípidos en la sangre y ayuda a combatir la aterosclerosis al prevenir la acumulación de triglicéridos.
Es un antioxidante maravilloso, contribuye a reducir el riesgo de acumulación de grasa. La quinina que se encuentra en la toronja, es indicada para el tratamiento de la malaria, el lupus, la artritis y los calambres nocturnos en las piernas
El consumo de jugo de toronja en pequeñas cantidades (hasta gotas 20) antes de las comidas alivia el exceso de gases y el malestar estomacal.
Kiwi
Desde hace unos años el kiwi se ha hecho de una excelente fama, basada fundamentalmente en su alto contenido de vitamina C. Sin embargo, posee muchas otras propiedades que usted puede aprovechar para una alimentación completa y equilibrada.
Para empezar, téngalo en cuenta mientras realiza una dieta, ya que sólo tienen 47 calorías por cada 100 g. Además, por su alto contenido de vitamina C – cada fruto equivale a dos naranjas y cinco limones-, es indicado para las personas que sufren fatiga.
Actúa como tonificante y equilibrador del sistema nervioso, debido a que es la fruta fresca que posee mayor cantidad de magnesio, calcio, fósforo y hierro, entre otros minerales. Las personas que sufren hipertensión deben consumirlo todos los días, ya que en él encontrarán un alimento rico en potasio y libre de sodio y grasas.
En los tratamientos de belleza, el kiwi resulta ideal como antiarrugas, porque aportan una dosis importante de vitamina E y contiene vitamina P, una sustancia necesaria para el funcionamiento adecuado y la absorción de la vitamina C, que actúa como un eficaz regenerador celular. Además, por los elevados niveles de vitamina A que poseen, otra alternativa es emplearlos en tratamientos naturales, como un ingrediente nutritivo e hidratante.
Naranja
Son una opción más que recomendable, ya que contienen vitaminas A, B, B2 y C. Asimismo, proporcionan potasio, calcio, fósforo y están libres de grasas y sodio.
Protege al organismo contra las enfermedades cardiovasculares, ya que disminuye la presión arterial como en su poder para impedir la formación de trombos en las arterias que son responsables de numerosos accidentes vasculares. Comer naranjas ayuda a mejorar la circulación y resguarda contra el infarto.
Ayuda a combatir el estreñimiento gracias a su fibra y su contenido en magnesio. Además favorece la eliminación de las bacterias intestinales tóxicas y la recuperación de la flora intestinal "positiva".
La mejor manera de saber si una naranja es jugosa a la hora de comprar, es sosteniéndola en la mano. Si es demasiado pesada para su tamaño, significa que tiene bastante jugo.
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