Los caramelos de leche son una golosina que su origen no está muy claro. Hay teorías que apuntan a que proviene de Argentina, mientras que otras se inclinan a decir que vienen de Uruguay.
Lo cierto de este dulce es que es adictivo por su agradable sabor. Y le encanta tanto a niños como a adultos.
Aunque es una golosina, este dulce, gracias a la leche, nos puede aportar vitaminas del complejo B y suple las carencias de la vitamina C. De igual modo, es fuente de aminoácidos, ácidos grasos saludables y es gran aporte de calcio y fibra.
Todos hemos probado este rico dulce, los caramelos de leche. Cremosos, chiclosos, blandos y con puro sabor a leche. Aquí te dejamos la manera de hacerlos en casa, con esta receta fácil y sencilla.
Caramelo de leche
Ingredientes
1 litro de leche.
400 g de azúcar.
2 cucharadas de glucosa.
100 g de manteca.
Preparación
– Lleva a fuego suave todos los ingredientes, revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera, hasta obtener una mezcla espesa. Mientras más se revuelva, más duro quedará el caramelo. Lo recomendable es que quede de un termino medio en suavidad. Así evitaremos que al quedar muy suave se pegue a los dientes. Y no nos lastimará los mismos si queda muy duro.
– Estira la mezcla en una encimera aceitada hasta tener una altura de 1 a 1,5 centímetros de espesor, y corta los caramelos con la forma deseada (antes de que se enfríe la mezcla). Si la mezcla se enfría y no puedes cortar, dale un golpe de calor para que vuelva a estar maleable. Pero lo recomendable es que tengas todos los implementos a la mano antes de empezar a preparar la receta. Así evitarás futuros inconvenientes.
– En lo que enfríen los caramelos, envuélvelos individualmente en papel celofán.
¡Buen provecho!
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