Los chiles rellenos son un platillo tradicional mexicano que ha conquistado paladares alrededor del mundo. Su combinación de sabores y texturas lo convierten en una experiencia culinaria irresistible.
En esta receta, te guiaremos paso a paso para preparar unos deliciosos chiles rellenos con un toque gourmet, utilizando ingredientes frescos y técnicas de cocina refinadas.
Chiles rellenos
Ingredientes
Chiles
4 chiles poblanos grandes
½ cebolla blanca, finamente picada
2 dientes de ajo, picados
Aceite de oliva, 2 cucharadas
¼ de taza de queso fresco mexicano, desmenuzado
Queso mozzarella rallado, ¼ de taza
Crema agria, ¼ de taza
Sal y pimienta al gusto
Batter
Dos huevos grandes, separados
Harina de trigo, ½ taza
Leche, ¼ de taza
1 cucharadita de polvo de hornear
Sal, ¼ cucharadita
Aceite vegetal para freír
Salsa
Tomates rojos, maduros, 2
Cebolla blanca, finamente picada, ½
Un diente de ajo, picado
Chile guajillo, desvenado y sin semillas, 1
Caldo de verduras, 1 taza
Cilantro fresco, picado, ¼ de taza
Sal y pimienta al gusto
Preparación de los chiles
– Coloca los chiles poblanos directamente sobre la flama de un quemador o asador hasta que la piel se ampolle y se queme ligeramente.
– Retira del fuego y déjalos enfriar en una bolsa de papel para que suden y la piel se ablande.
– Una vez fríos, pela los chiles, retira las semillas y las venas, y ábrelos por un lado sin llegar a cortarlos por completo.
Relleno
– En una sartén caliente con el aceite de oliva, saltea la cebolla y el ajo hasta que estén suaves y transparentes.
– Agrega el queso fresco, el queso mozzarella y la crema agria. Mezcla bien hasta que los quesos se derritan y se integren con la cebolla y el ajo. Sazona con sal y pimienta al gusto.
– Rellena los chiles poblanos con la mezcla de queso, presionando ligeramente para que quede compacta.
– En un tazón grande, bate las yemas de huevo hasta que estén espumosas. Agrega la harina, la leche, el polvo de hornear y la sal, y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea. En otro tazón, bate las claras de huevo a punto de nieve. Incorpora suavemente las claras batidas a la masa de yema, mezclando con movimientos envolventes para evitar que se baje el volumen.
– Calienta suficiente aceite vegetal en una sartén profunda a fuego medio. Sumerge cada chile relleno en el batter, asegurándote de que quede completamente cubierto. Fríe los chiles durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Escurre el exceso de aceite sobre papel absorbente.
– Licua los tomates, la cebolla, el ajo, el chile guajillo y el caldo de verduras hasta obtener una salsa suave. Vierte la salsa en una sartén y cocínala a fuego lento durante 5 minutos, o hasta que los sabores se integren. Sazona con sal y pimienta al gusto. Incorpora el cilantro fresco picado y mezcla bien.
– Coloca los chiles rellenos fritos en un plato y baña con la salsa caliente. Puedes acompañar con arroz blanco, frijoles refritos o una ensalada fresca.
¡Buen provecho!
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