El desayuno es el alimento más importante de todo el día. Puede ser una frase trillada, pero es 100% verdadera. Al levantarnos por la mañana, nuestro cuerpo lleva aproximadamente 12 horas sin recibir ningún tipo de energía, por ello el desayuno es primordial, nos aportará la energía y nutrientes necesarios para afrontar el día.
Para que un desayuno se considere completo debe contener:
Lácteos: es recomendable priorizar los desnatados como la leche desnatada, el queso fresco o el yogur desnatado. Si no toleras los lácteos por intolerancia a la lactosa puedes consumir leche sin lactosa, o en el caso de que seas alérgico a la proteína de la leche una buena alternativa son las bebidas vegetales (de almendras, de soja, avena o arroz…) enriquecidas en calcio y vitamina D.
Cereales: puedes consumir pan (blanco o integral) o cereales de desayuno tipo copos de avena, de maíz o de trigo, preferiblemente sin azúcar.
Frutas: puedes consumirla de varias maneras. La pieza entera, en forma de potaje casera, en jugo o en rodajas acompañando tus tostadas o cereales. Es importante que priorices la pieza entera, puesto que te aportará más fibra y menos azúcar del que contiene un zumo.
A continuación te dejamos dos ejemplos de un buen desayuno nutritivo y energético.
Cereales con manzana y nueces
Ingredientes:
1 manzana.
Jugo de naranja.
Nueces picadas.
1 taza de avena en hojuelas.
1 taza de trigo inflado y tostado.
1 taza de arroz inflado y tostado.
Pasas.
Preparación:
– La noche anterior lava bien las hojuelas y déjalas en una taza con agua bien tapada.
– En la mañana, agregas a la avena el trigo, el arroz y las pasas picadas.
– Corta en trocitos la manzana limpia con todo y piel y la incorporas a la mezcla de cereales.
– Por último, Añade las nueces picadas y el jugo de naranja.
Croissant relleno
Ingredientes:
½ kg. De harina de fuerza.
25 g de levadura.
75 g de azúcar.
2 huevos.
200 g de mantequilla.
75 ml. De leche.
75 ml. De agua.
Una pizca de sal.
4 lonjas de jamón serrano (o cualquier otro embutido de tu elección).
Preparación:
– La masa del croissant debes prepararla el día anterior al desayuno.
– Tamiza la harina.
– Mezcla un poco de la harina tamizada con la levadura y el agua tibia, dejando fermentar en un bowl.
– El resto de la harina la unimos con el azúcar, los huevos, la sal y la leche. Únela con la harina ya fermentada. Amasa bien.
– Forma una bola con la masa y realízale un corte en forma de cruz.
– Estira las puntas de la estrella y colocas la mantequilla en el centro.
– Cierra la masa y la aplanas con un rodillo.
– Dobla la masa sobre sí misma y vuelve a estirar.
– Tapa la masa con papel film y deja reposar hasta el día siguiente.
– En la mañana, corta la masa en porciones y estira cada uno de ellos en forma de triángulos.
– Enrolla cada triangulo de la parte más ancha a la más estrecha y acerca sus puntas para formar una de media luna.
– Déjalos reposar hasta que dupliquen su tamaño.
– Píntalos con huevo y hornea 15 minutos a 200 grados.
– Una vez listos, corta por la mitad y rellénalos con el jamón serrano. Acompaña con un jugo natural.
¡Buen provecho!