Ovidio, en su Metamorfosis nos cuenta el origen poético de esta hierba que tiene que ver con amores ocultos y desdichados. Cuenta la historia que Plutón se enamoró perdidamente de la ninfa Minte. Descubierta la infidelidad por su esposa Perséfone, su venganza la convirtió en la hierba de su mismo nombre. Y desde entonces esta planta buscó las aguas subterráneas con la esperanza de encontrase de nuevo con su amante.
Los herboristas solían tomar la menta hasta para combatir los resfriados. Una infusión de menta sanaba una boca irritada por sus grandes virtudes antisépticas que la hacían aconsejable en caso de cortes y erupciones.
En la cocina
Famosa por la salsa que lleva su nombre, una salsa que acompaña a la carne aromatizándola deliciosamente. Quizás el ser una hierba excelente para abrir el apetito hizo que empezará a usarse en la cocina. La salsa de menta fue descubierta por los romanos y resulta excelente para las carnes de cordero.
Unas hojas de menta troceadas en la ensalada la hará un plato muy especial. El sabor mentolado contrasta divinamente con el chocolate siendo la “mousse” de chocolate a la menta uno de los postres que más aceptación tiene entre pequeños y mayores. El sorbete del mismo nombre es un clásico con muchos fans por su maravilloso sabor.
Salsa de menta y yogur
Ingredientes:
1 yogur natural
1 pepino pequeño 2 dientes de ajo
3 cucharadas de hojas de menta picadas
Pimienta y sal al gusto
Preparación:
Bata el yogur en un recipiente hasta que esté untuoso. Pelar el pepino y rallar su pulpa. Ponga a escurrir para que pierda toda su agua y agréguela al yogur. Añada los dientes de ajos machacados, las hojas de menta, pimienta y sal. Bata bien todos los ingredientes y sirva fría.
Consejo: Queda perfecta con unas papas al vapor.