El pollo al ajillo es uno de los platos más clásicos y sabrosos de la cocina latinoamericana. Con pocos ingredientes y una preparación sencilla, esta receta es perfecta tanto para una comida familiar como para sorprender a tus invitados sin complicarte demasiado.
Lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto en cocina para conseguir un plato lleno de sabor. Anímate a prepararlo y disfruta de esta receta tradicional en casa. A continuación, te mostramos cómo prepararla con lo justo y necesario, sin perder nada de sabor.
Pollo al ajillo
Ingredientes para 4 personas:
1 kg de pollo troceado
6 dientes de ajo
150 ml de vino blanco
Aceite de oliva o vegetal
Sal y pimienta al gusto
Perejil fresco para decorar
Preparación
- Limpia el pollo si es necesario y sécalo con papel de cocina.
- Salpimiéntalo generosamente por ambos lados.
- Pela los dientes de ajo y, si prefieres un sabor más suave, córtalos en láminas. Si te gusta un sabor más intenso, puedes machacarlos ligeramente con la hoja de un cuchillo.
- En una sartén grande, añade un buen chorro del aceitede tu elección y fríe los ajos a fuego medio hasta que estén dorados. Retíralos y resérvalos para más tarde.
- En la misma sartén (con el aceite de los ajos), incorpora los trozos de pollo.
- Cocina a fuego medio-alto hasta que estén dorados por fuera, unos 10 a 15 minutos. No es necesario que estén completamente cocidos en este paso.
- Una vez dorado el pollo, vuelve a agregar los ajos y vierte el vaso de vino blanco.
- Sube un poco el fuego para que el alcohol se evapore (esto tarda unos 2-3 minutos).
- Baja el fuego y deja cocinar todo junto durante unos 20 minutos, hasta que el pollo esté tierno y la salsa se haya reducido.
- Espolvorea con perejil picado para darle un toque de frescura.
- Sirve caliente acompañado de papas, arroz blanco o simplemente con pan para mojar en la deliciosa salsa.
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