La hernia es un defecto de la pared abdominal, que se resuelve de manera espontánea hasta cerca de los cuatro años. La umbilical es la más frecuente del abdomen, sobre todo en los recién nacidos.
El síntoma característico es el aumento de volumen, acompañado de dolor. Aunque parezca inofensiva, puede generar obstrucción o necrosis intestinal.
Mientras los músculos de la pared abdominal no cierren, existe la posibilidad de introducir una porción más grande de tejido en el bulto. Entonces la protuberancia será mayor, y si no recibe suficiente oxígeno y causa molestia.
Lo que debes saber: cirugías
– La cirugía tradicional consiste en una incisión bajo el ombligo, para contraer la pared abdominal a su posición correcta. Si una parte del tejido intestinal se encuentra deteriorado, los médicos cortan esa parte y mantienen la sana.
– Luego se suturan los músculos para cerrar el orificio por el que ocurría la salida, y se colocan unos puntos en la piel.
– Por su parte, la laparoscopia, consiste en realizar un pequeño corte, por lo que se introduce un tubo muy fino con el que se trabaja desde afuera, para que la cicatriz no sea tan visible.
– Después de la intervención, los padres deben cumplir rigurosamente unos cuidados básicos, para curar la herida. La recuperación total suele durar entre dos y cuatro semanas, después podrá volver a su rutina.
¿Cómo ocurre?
1 El cordón umbilical conecta al feto con la placenta, durante su formación hasta el nacimiento, cuando se corta y queda una cicatriz: el ombligo.
2 Cuando el conducto que nutre al bebé se cae, los músculos que están alrededor del pequeño orificio aún son débiles, lo que permite la entrada de grasa de una parte del intestino, conforme va en aumento.
3 El resultado es una protuberancia común, que desaparece cuando los músculos comienzan a tener más fuerza.
4 El inconveniente ocurre cuando el defecto persiste ; en ese momento, se analiza la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica, a fin de evitar complicaciones a futuro.
Mitos sobre las hernias
Existe la creencia de colocar un botón, una moneda, o un objeto que ejerza presión sobre la hernia umbilical, para hacerla retroceder. Sin embargo, no existen pruebas que aseguren la efectividad de estos métodos; al contrario, pueden macerar e infectar el ombligo.
La opción más favorecedora es esperar a que la protuberancia se retraiga por sí misma. En caso de que el niño cumpla cuatro años y el bulto persista, es necesario consultar con un especialista sobre una posible intervención.
Hernia, tratamiento
Debe realizarse al momento del diagnóstico, el cual consiste en la reparación del defecto. Si es pequeño, se hace a través de cirugía abierta.
Cuando es mayor, es necesario recurrir a laparoscopia, una técnica que permite una recuperación rápida y mínimo dolor.
Para tener en cuenta
Cuando el intestino es estrangulado por el bulto, se puede causar irritabilidad, dolor abdominal, sensibilidad y cambiar de color, por lo que es necesaria una intervención.
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