Purificar el aire de casa de forma natural es una manera saludable y económica de mejorar la calidad del ambiente interior. Aquí te presentamos algunos métodos efectivos para hacerlo sin recurrir a productos químicos.
Plantas de interior: las plantas son un excelente purificador natural de aire. Algunas especies como el potus, la lengua de suegra y la palma areca pueden filtrar toxinas comunes como el formaldehído, el benceno y el tricloroetileno. Además, aumentan los niveles de oxígeno y mejoran la humedad del ambiente.
Vinagre y bicarbonato de sodio: estos ingredientes naturales no solo son útiles para limpiar superficies, sino que también ayudan a neutralizar olores y partículas en el aire. Colocar pequeños recipientes con bicarbonato en diferentes habitaciones puede absorber malos olores, mientras que el vinagre actúa como desinfectante natural.
Aceites esenciales: el uso de eucalipto, lavanda y árbol de té a través de difusores puede purificar el aire y, además, proporcionar un aroma agradable. Algunos aceites esenciales poseen propiedades antibacterianas y antivirales.
Ventilación adecuada: abrir las ventanas regularmente es una de las formas más simples de purificar el aire. Al hacerlo, se permite que el aire fresco circule y se eliminen contaminantes acumulados. Incluso en días fríos, es recomendable ventilar la casa al menos unos minutos.
Carbón activado: es un excelente filtro natural para el aire. Puedes adquirirlo en forma de bolsas o filtros que, al colocarse en áreas como la sala o la cocina, absorben impurezas, olores y humedad.
Sal del Himalaya: las lámparas de sal del Himalaya son una opción popular para purificar el aire, ya que se cree que emiten iones negativos que ayudan a neutralizar contaminantes.
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