El hogar es el lugar donde ahora pasamos la mayoría de nuestro tiempo, y por ello debemos mantenerlo aseado para evitar enfermedades como las alergias.
Los pelos de las mascotas, el polen, el moho y el polvo son uno de los principales causantes de las reacciones alérgicas, por ello a continuación te damos los mejores trucos para que mantengas tu casa limpia y libre de alérgenos.
Lo ideal en casa con personas alérgicas es limpiarlas con productos naturales como el vinagre y el bicarbonato, ya que los productos comerciales poseen ingredientes que pueden irritar las mucosas.
Comencemos por el cuarto. Antes que nada es importante aclarar que por más que se limpien, las alfombras son grandes acumuladoras de suciedad, polvo, polen y ácaros, por ello lo recomendable en cuartos de personas alérgicas en no tener alfombras. Puedes tener alfombras pequeñas en la base de la cama. La cual deberás mantener limpia utilizando bicarbonato en polvo y luego aspirado.
Las cortinas de tela también son grandes acumuladoras de alérgenos. Procura tener cortinas de materiales sintéticos las cuales podrás lavar regularmente.
En la ropa de cama es donde más ácaros hay. Deberás lavar las sábanas, fundas y almohadas una vez por semana con agua caliente y jabón neutro, para evitar la proliferación de este animalito invisible a la vista, pero que sin duda está presente en todas las camas.
Al pasar a la sala de estar conseguimos muchos problemas similares a los de la habitación. En la medida de lo posible hay que utilizar muebles que no sean de tela, ya que otros materiales como el cuero, el mimbre, la madera, etc, son más fáciles de limpiar y se acumulará menos polvo.
Aquí se repiten la regla de las alfombras. Procura tener un tu sala alfombras de pelo corto, fáciles de limpiar y aspirar, y mantener a las mascotas fuera del alcance de ella -preferiblemente en el jardín sin entrar a la casa-.
Durante la época en que el polen en el ambiente es alto, lo recomendable es no abrir las ventanas de la casa para evitar que dicho polen entre en ella, y utilizar un filtro de aire que purifique el ambiente.
Si no posees filtro, utilizar el aire acondicionado procurando mantener el condensador del mismo siempre limpio, quitando el moho y las pequeñas partículas que se acumulan en él. Aquí también te podrás ayudar del bicarbonato mezclado con agua y limón y rocía sobre la malla donde se acumula el polvo.
La cocina y el baño son los lugares de la casa donde más humedad existe. Lo recomendable es tener un extractor en ambas áreas para eliminar la mayor cantidad de vapor y evitar la proliferación del moho. Ayúdate del vinagre durante la limpieza, ya que este ingrediente es un gran antibacteriano.
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