El mimbre es un material que durante años se popularizó sobre todo en la fabricación de muebles para el hogar.
En la actualidad no es tan famoso, sin embargo, hay quienes comienzan a desempolvar esos accesorios que tienen en los armarios para que le tomen protagonismo en las decoraciones.
Si eres una de estas personas, te contamos cómo puedes limpiarlo para que luzcan como nuevo y alargar su vida útil.
¿Qué es el mimbre?
Este es una fibra natural que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces y que se teje con el objeto de crear muebles, cestos, floreros y otros utensilios para el hogar.
Un detalle a tener en cuenta es que existen cuatro tipos de mimbre, seco, verde, blanco y Buff. El primero presenta un aspecto áspero, más mate y menos rojizo; son más difíciles de trabajar, pero también más resistente. El mimbre verde, ha sido seleccionado y todavía no está afectados por los rayos solares.
Un caso similar al anterior es el blanco, pero este se sumerge en un estanque, luego se le quita la corteza y posteriormente se seca al sol, dejando como resultado un mimbre muy apreciado en la artesanía, gracias al tono blanco precioso que resulta.
Finalmente, el Buff, el cual se cocina en agua hirviendo y se le aplica una técnica que deja como resultado final una fibra de color marrón rojizo ideal para los muebles.
Te puede interesar: Cómo acabar con la humedad y el mal olor del baño
¡Manos a la obra!
Para limpiar tus muebles y accesorios de mimbre no es necesario gastar altas sumas de dinero en productos comerciales, solo basta con utilizar algunos que con seguridad ya tienes en casa.
Por ejemplo, utiliza agua caliente y un detergente neutro, esta mezcla ayuda a quitar las manchas en los muebles de mimbre. ¿Cómo funciona? Debes colocar un poco de detergente sobre la mancha y luego frotar con un paño húmedo. Si la mancha se resiste, enjuaga otra vez con jabón y frota de nuevo. Dejar secar al aire libre, evitando que le pegue directamente el sol.
También puedes utilizar agua con sal. En este caso, debes disolver sal gruesa en una cucharadita de agua caliente, humedecer un paño con la mezcla y frotar hasta eliminarla. Dejar que se seque al aire libre, evitando que le pegue el sol directamente.
Otra opción es añadir amoníaco, agua y detergente en un tobo y luego frotar la superficie de mimbre con un paño. Expertos recomiendan seguir siempre las vetas del trenzado para evitar dañar el material durante el contacto con el paño. Dejar secar al aire libre y evitar poner las piezas al sol.
Visita nuestra sección Zona 3D
2024-02-09
Para mantenerte informado sigue nuestro canal
en Telegram https://t.me/Diario2001Online