La calidad del aire que respiramos en nuestros hogares puede afectar significativamente nuestra salud. Afortunadamente, existen diversas acciones que podemos tomar para mejorarla.
Aire optimo
Ventila regularmente: abrir las ventanas diariamente, aunque sea por un corto período, permite renovar el aire interior y eliminar los contaminantes acumulados.
Limpia a fondo y con frecuencia: el polvo, los ácaros y otros alérgenos se acumulan en superficies como alfombras, muebles tapizados y cortinas. Aspira regularmente y utiliza paños húmedos para limpiar el polvo. Lava la ropa de cama con frecuencia en agua caliente para eliminar los ácaros.
Productos naturales: los productos de limpieza convencionales contienen químicos volátiles que pueden contaminar el aire. Sustituye estos productos por alternativas naturales o ecológicas.
Controla la humedad: si se tiene en exceso favorece el crecimiento de moho y bacterias. Utiliza un deshumidificador si es necesario y ventila bien los baños y la cocina después de usarlos.
Elimina fuentes de contaminación: el humo del tabaco, los olores fuertes de cocina y los productos químicos son fuentes importantes de contaminación del aire interior. Evita fumar dentro de casa y utiliza ventilación adecuada al cocinar.
Hogar seguro
Aires acondicionados: estos sistemas pueden acumular polvo y otros contaminantes. Realiza un mantenimiento regular para garantizar su buen funcionamiento y evitar la propagación de partículas en el aire.
Plantas de interior: muchas tienen la capacidad de purificar el aire al absorber contaminantes como el benceno y el formaldehído. Algunas opciones populares incluyen la serpiente de Sansevieria, el espatifilo y la hiedra inglesa.
Purificador de aire: pueden ayudar a eliminar partículas finas, alérgenos y contaminantes del aire. Sin embargo, es importante elegir un modelo adecuado para el tamaño de tu hogar y las necesidades específicas.
Menos productos químicos: los aerosoles, los ambientadores y otros productos químicos liberan compuestos orgánicos volátiles que pueden irritar las vías respiratorias. Limita su uso o busca alternativas más naturales.
Mantén tus mascotas limpias: el pelo de las mascotas y los alérgenos asociados pueden empeorar la calidad del aire. Cepilla regularmente a tus mascotas y lava sus camas con frecuencia.
Realiza inspecciones regulares: revisa tu hogar en busca de signos de humedad, moho o plagas. Aborda cualquier problema de inmediato para evitar que se convierta en una fuente de contaminación.
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