Los zapatos se clasifican no solo por su forma y color, sino también por el material con el que se elaboraron. Tener en cuenta este detalle es importantísimo para que tu calzado se mantenga cuidado a la hora de limpiarlo.
A la hora de limpiar un par de zapatos, no podemos simplemente echarle agua y jabón, ya que algunos, de esta forma, se dañarían irreparablemente. No es lo mismo limpiar unos de tela, a otros elaborados en cuero o gamuza.
Pero si no tienes idea de cómo limpiar tus zapatos preferidos, y no dañarlos, a continuación te mostramos cómo hacerlo como todo un profesional.
Limpieza de los zapatos según su material
Lucir un calzado reluciente y como recién comprado no es tarea difícil, solo hay que saber las técnicas de limpieza de cada material.
Cuero
Este tipo de calzado no puede llevar exceso de agua, ya que el cuero podría dañarse. Para mantenerlos siempre libre de polvo o barro, humedece bien un paño o trapo limpio y frota el zapato para retirar la suciedad. También podrías hacerlo con un cepillo de cerdas suaves.
Una vez sin sucio, aplica betún del color del cuero o incoloro, y deja que seque. Estando seco, retira el betún con un cepillo especial abrillantador de cerdas suaves y dale un acabado brillante pasa suavemente un paño seco limpio por toda la superficie.
Gamuza
Este material es muy delicado y debes tener mucho cuidado a la hora de su limpieza. La gamuza al estar en contacto con el agua puede mancharse, por lo que deberás hacerlo con un cepillo especial para gamuza de cerdas suaves. Frota el cepillo sobre tu calzado en dirección del pelo para retirar el sucio. Si posee una mancha, puedes retirarla frotándole goma de borrar.
Si la mancha es muy fuerte y profunda, frota un paño limpio con una mezcla a partes iguales de agua y vinagre blanco. Asegúrate de hacerlo solo en la mancha, ya que si pasas por la gamuza sin mancha, podrías mancharlo aún más. Una vez seco, aplica un impermeabilizante en spray para su protección.
Charol
Este material acepta perfectamente que sea limpiado con agua y jabón, solo que debes hacerlo con moderación para no dañarlo por un exceso de agua. Pasa un paño humedecido en la mezcla de agua y jabón neutro, y frota con suavidad para retirar la suciedad.
Deja que seque completamente antes de aplicar cualquier otro producto adicional que desees. Lo recomendable de este tipo de calzado es mantenerlo siempre hidratado para que su limpieza sea fácil y rápida de hacer, ya que el polvo se adherirá en menor cantidad. Para ello, utiliza una crema o cera especial para este tipo de calzado.
Tela
Los zapatos de tela o lona son los más fáciles de limpiar, ya que puedes meterlos directamente en la lavadora. Solo te recomendamos adquirir las bolsas espaciales para introducir los zapatos.
Si quieres resaltar la suela blanca, puedes hacerlo limpiándola con una pasta hecha con 1 taza de agua y 2 cucharadas de bicarbonato en polvo. Si te inclinas por usar lejía, ten en cuenta que si toca la tela o la lana, la manchará, así que deberás hacerlo con especial cuidado.
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