Plantas son un ítem indispensable en cualquier hogar. Con ellas, no solo le damos una vistosidad decorativa al lugar, sino que ayudará a purificar el ambiente de casa.
Tener unas plantas sanas pasa por darle el riego adecuado a cada una de ellas. No todo el mundo está hecho para cuidar sus plantas, porque ellas demandan atención, mimos y cuidados.
En ocasiones, con tan solo darle el riego adecuado ya tendrás una mata sana y verde. Por lo que hoy te enseñaremos diferentes métodos de riego para que te decantes por la que más te convenga, según tu tiempo y estilo de naturaleza que tengas en casa.
Método de riego para tus plantas
Vaso o regadera
Es la más común y más usada en los hogares. Consta de llevarle agua a la planta por medio de un recipiente y rociarlo en su tierra.
Aunque es el más usado, debe hacerse de forma correcta, ya que se suele cometer el error de suministrarle más agua de la que necesita, dañando tu tallo a consecuencia del moho.
Lo ideal es verter el agua lo más cerca posible a la tierra para no dañar sus hojas, y tomar en cuenta la cantidad de cloro o cal que contenga para que no se exceda de la cantidad que necesita cada planta. E preferible usar agua de lluvia recolectada.
Si la planta es tropical y necesita hidratar sus hojas, lo recomendable es hacerlo con un pulverizador, para que el agua caída de forma pareja y en pocas proporciones, de manera que los rayos solares no la quemen por medio de las gotas de agua.
Inmersión
Este tipo de riego es ideal para aquellas personas que no disponen del tiempo para regar sus plantas constantemente. No obstante, este tipo de riego es válido solo para aquellas plantas que no resisten una humedad constante sobre sus hojas y tallos. Entre ellas encontramos las orquídeas y todas las plantas de la familia de las epífitas.
Se basa en sumergir por 15 minutos la maceta donde está la planta en un recipiente con agua. De esta forma, la planta absorberá por medio de sus raíces el agua que necesita.
Goteo
Es la más usada en lugares con poca circulación de agua, ya que se ahorra mucho del vital líquido. También, es muy usada con plantas tropicales que necesitan una humedad constante en su tierra.
Es muy recomendado para aquellas plantas de jardines de interior, balcones o con macetas de gran tamaño y no pueden moverse con facilidad.
Para obtener un dispositivo de goteo casero solo deberás abrir unos pequeños agujeros en la tapa de una botella llena de agua y clavarla en la tierra. Esta se encargará de ir suministrando el agua poco a poco a través de los pequeños orificios. También puedes adquirir un dispositivo comercial que venden en los viveros.
Plato
Muy similar al riego por inmersión, solo que en este caso, el agua se despotita en el plato de la maceta para que la planta vaya absorbiendo a medida que lo necesita. Pero una de sus particularidades es que la planta absorberá el agua de una forma más lenta a la inmersión, y solo puede hacerse cuando la maceta presenta agujero en la parte inferior del recipiente.
Se recomienda esta técnica en plantas como la azalea, la afelandra, las begonias, las violetas africanas, o cualquier otra planta de flores delicadas o que tiendan a pudrirse.
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