¡No las mates! Cómo ahuyentar las arañas de casa

Ahuyentar las arañas es una tarea que muchas personas tienen en casa. Si eres una de ellas y no deseas matarlas, sino solo sacarlas de tu hogar porque te incomodan, lleva a cabo algunos trucos caseros.

Generalmente estas técnicas facilitan el proceso de ahuyentar la mayoría de los insectos que llegan a los hogares a causa de árboles sin podar, basura desordenada y hasta las luces encendidas.

¿Cómo ahuyentar las arañas?

Según los trucos de las abuelas, utilizar productos con olores cítricos es realmente efectivo, y esto se deba a que supuestamente las arañas odian estos aromas. Por tanto, una recomendación sería frotar la cáscara de una naranja o un limón en los marcos de las puertas y ventanas, e incluso muebles y estantes.

También se pueden adquirir limpiadores y otros productos de aseo, con aroma a limón, o encender velas de citronela, tanto dentro como fuera de casa.

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Trucos caseros

Cuando de ahuyentar a las arañas se trata, lo más conveniente es recurrir a productos naturales para no hacerle daño a estos insectos, ni afectar la salud de las personas y mascotas que habitan en el lugar.

Partiendo de ello, te compartimos algunos trucos caseros que ayudan a deshacerte de las arañas, sin matarlas.

Atraparlas y sacarlas de casa es quizás la mejor solución, no obstante, ellas no se mantendrán fuera, sino que probablemente regresen; así que, para evitarlo, pon en práctica:

– Ubica frente a las ventanas y cerca de las puertas, una planta de lavanda, ya que estos insectos odian este olor.

– Coloca rodajas de naranja o limón en los diferentes espacios de la casa, y cambian cada dos o tres días porque pierden el aroma cítrico y su efectividad en cuanto a espantar a las arañas.

– Puedes mezclar aceite esencial de lavanda con agua y rociar ventanas, puertas e incluso los muebles. También puedes usar aceite de menta, eucalipto o canela para ahuyentar las arañas. Se recomienda repetir el rocío del producto cada dos días.

– Prepara una mezcla de agua y vinagre en un envase con atomizador y rocía en las superficies de puertas, ventanas, muebles y estantes; y hasta en los rincones más oscuros de la casa.

– Realiza una especie de infusión de tabaco, es decir, hierve una cucharada de hojas de tabaco con unos mililitros de agua, deja reposar unos minutos y luego cuela.

Una vez listo rocía en aquellos lugares que creas oportuno, cuidando no hacerlo en exceso, pues el olor es bastante fuerte y puede incluso molestar a los humanos y las mascotas domésticas.