“CONVIVIENDO CON EL UNIVERSO”
Con
Nancy Salcedo Deiviz
Vidente-Mentalista
-UNA SINFONIA DE ENERGIA-
SER HUMANO: SER: toda criatura que posee un “alma”.
HUMANO: ser racional
Estas dos palabras, y sobre todo hoy en día, deberían ser más concientizadas que nunca. Sin embargo, vivimos en un sistema marcado por el estrés, que nos arrastra constantemente a perder el enfoque hacia nuestra verdadera esencia, y en muchas ocasiones nos lleva hasta la enfermedad. Por ello es necesario que se trabaje sobre el control de las emociones desde edades tempranas. Los sonidos y la música pueden servirnos como herramientas sanadoras para restablecer ese equilibrio perdido. Pitágoras habló de la existencia de la “Armonía de las Esferas”, asegurando que cuando los astros se mueven, lo hacen creando una música que marca la armonía en el universo y que también influye en el alma humana. Tanto Platón como Aristóteles, consideraron que la música disciplinaba la mente, asegurando que cierto tipo de melodías no sólo influían en los estados de ánimo, sino también en el carácter de una persona, dándole placer, y creándole sentimientos de armonía, orden y bondad. En nuestra era, el otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, convencido del efecto del sonido en el cuerpo humano, desarrolló un método llamado “Método Tomatis”, que proporciona la estimulación auditiva a través de un entrenamiento que permite tratar gran variedad de padecimientos, como problemas de aprendizaje, dislexia, falta de atención, autismo y problemas motores en los niños; y depresión, capacidad de comunicación y creatividad, en los adultos. La energía o “prana” que es recibida, transformada y distribuida, cuando entra a nuestros cuerpos: etérico, emocional, mental y causal, lo hace en diferentes frecuencias vibratorias. Cada uno de estos cuerpos posee la suya propia. El cuerpo etérico, que es el más cercano al cuerpo físico, vibra con la frecuencia más baja. Los cuerpos emocional (astral) y mental poseen a su vez frecuencias mayores, y en el cuerpo causal (espiritual), podemos encontrar los índices de vibración máximos. Cada uno de estos cuerpos se asemeja a un baile de energías dentro de su propia gama de vibraciones, en el cual las frecuencias aumentan según el desarrollo y perfeccionamiento de la persona, transmitiéndole energías vitales, sensaciones y conocimientos superiores. Los cuerpos no están totalmente separados entre sí, y mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de frecuencias, se interpenetran mutuamente y también con su entorno, así efectúan un intercambio de energía que actúa en los diferentes planos. Para armonizar estas energías que entran por los chackras, usaremos a través de una meditación sonidos y vocales.
Así para el primer chackra “Muladara”, usamos la vocal “U”, cantándola con un tono en DO profundo. En el segundo chackra “Svadhisthana”, usamos la vocal “O” con el tono en RE. Para el tercer chackra “Manipura”, también usaremos una “O”, pero en tono en MI. El cuarto chackra “Anahata” se hará con la “A” en tono de FA. El quinto chackra “Vishudha” se armonizara con una “E” en tono de SOL. El sexto chackra “Ajna” usaremos la vocal “i” en tono de LA. Y el séptimo y en el último chackra “Sahasrara”, se usara la vocal “M” en tono de SI.
