En los tiempos ancestrales, el hombre primitivo para poder permanecer y sobrevivir en el planeta, se vio en la obligación de iniciar con la comprensión detallada de la naturaleza que le rodeaba. Avanzando un poco más, identificó a los cinco elementos, que son: el aire, el agua, la tierra, el fuego y el éter. Pasaron siglos, hasta lograr dominarlos.
Luego se puso más atención en el clima que integra a los elementos y se pensó en buscar lugares más favorables para vivir y caminaron hasta encontrar espacios más cálidos y adecuados. Seguían siendo nómadas, hasta que subieron su mirada al cielo y darse cuenta que las estrellas y los astros le darían las claves para comprender las estaciones climáticas.
Observando por cientos de años y marcando sus alineaciones se logró establecer una relación de cada movimiento celestial con los acontecimientos en la Tierra. En primavera florecen las flores, en verano no llueve, en otoño los árboles se despojan de sus hojas y en invierno hace mucho frio. Fue una información importante para lograr dejar de ser nómadas y lograr establecernos.
La cúpula celeste daría más información y todas las civilizaciones antiguas se dedicaron a estudiar al cosmos, entre ellas destacamos a los Sumerios, los Mayas, los Egipcios, los Incas, los Druidas, los Brahmas, los Griegos.
La Luna, el Sol, Venus, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno y hasta Plutón fueron identificados previamente por estas civilizaciones. Quizás la relación energética más fácil de identificar fue con la Luna. A través de ella podemos resolver el misterio de las mareas oceánicas y en sus fases lunares. Toda la agricultura tiene su base en las influencias lunares.
Si el hombre no hubiese desarrollado la observación de los astros y la relación de los mismos a todos los seres vivos del planeta, no pudiésemos establecer la agricultura y, por lo tanto, jamás lograríamos dejar de ser nómadas. Este evento, catapultó la formación de nuestras ciudades y crecimiento demográfico sostenido para permanecer de manera más fácil cada día.
Investigaciones
Por milenios, los estudios se desarrollaron de manera profunda y correcta. Hasta que el astrónomo alemán Johannes Kepler, hizo la propuesta definitiva de separar la astronomía de la astrología en el siglo XVII.
Después la iglesia católica apoyó esta acción en la época del oscurantismo, degradó a la astrología como una ciencia sin valor. Tiempos donde se perseguía a todo aquel que pensara o actuara diferentes a las escrituras bíblicas. La inmensa mayoría pagó su libre pensar, con su muerte.
Es importante recordar que, los únicos que le llevaron regalos a Jesús en el momento de su nacimiento, fueron los tres Reyes Magos, quienes, entre todos sus conocimientos, eran grandes astrólogos y sabían por las configuraciones estelares que por esos días, un hombre llegaba a la Tierra, para cambiar la historia y dividir en dos, los tiempos.
Grandes hombres han luchado para colocar de nuevo a la astrología en el lugar que se merece. Sin embargo, al pasar de las épocas, la astrología fue tomando terreno y se mantuvo correctamente en su lugar, hasta llegar a nuestros días, donde hasta ahora, se imparte sus sapiencias hasta en prestigiosas universidades. Cada día, hay más personas en busca de los mensajes que le otorgan los astros al momento de nacer.
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Dato curioso
Casi todos los presidentes tienen un asesor astrológico. Famosos, acuden para saber su futuro con exactitud. Todos los medios de comunicación serios, tienen un espacio para la astrología.
En las redes sociales, se puede encontrar un sinfín de astrólogos profesionales que educan e informan a su público de los acontecimientos más importantes del momento.
Las nuevas generaciones están creciendo sin prejuicio y con apertura directa para aplicar a diario la astrología a su vida cotidiana.
Modernidad
Vivimos tiempos de luz y de conocimiento, que viaja de manera global. Cada día es más fácil saber sobre diferentes culturas y técnicas. El hombre moderno, se está enriqueciendo de avances increíbles para sacar adelante su verdadero origen celestial y convertirse en un ser evolucionado.
La masa crítica se está estableciendo con valores espirituales para llegar a respetar a todos por igual. Seguramente veremos en los próximos años como la paz reinará en cada cultura al comprender que somos iguales y que tenemos el mismo objetivo.
Pareciera que las religiones dogmáticas se quedan solitarias, con sus creencias sin base y llena de fanatismos.
La información y discernimiento está al alcance de todos, para que cada quien pueda al final, adoptar una creencia colectiva monoteísta, que logre unir con amor a todos los pueblos, en una sola oración a Dios.
Por Arturo Acosta
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2023-06-02
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