La gripe es una afección común que regularmente ataca a los niños, un virus que se encuentra en el ambiente. Aprende a identificar fácilmente los síntomas del contagio.
Es fundamental identificar porque existe congestión nasal, el síntoma más común de la gripe. Ahí se considera cuál es el tratamiento más adecuado, puesto que es distinto si se trata de una infección viral, o por causas ambientales. Un lugar seguro es aquel libre de contaminantes, de temperatura media y libre de polvo.
La gripe y los síntomas
¿Sabes identificar cuándo se trata de un resfriado y de una gripe? Los síntomas del también llamado catarro son: dolor de garganta, tos, congestión nasal, estornudos, ojos llorosos, fatiga, dolores musculares leves, y fiebre que no pasa de 38.9 grados, ni dura más de dos o tres días.
A diferencia de una infección respiratoria, que se manifiesta con malestar corporal, dolor de cabeza, sudor, escalofríos, pérdida de apetito y la temperatura que supera los 39 grados.
Descanso cómodo
Si presenta congestión nasal debido al resfriado, acuéstalo boca arriba durante las horas de sueño, y colócale una almohada debajo del colchón. Cabe destacar que es recomendable reposar el cuerpo y la cabeza de los niños, sobre todo de los recién nacidos, en una superficie plana, para que su rostro no quede presionado en elementos acolchonados y esto le cause una indeseable asfixia.
Consejos básicos
El resfriado se debe a la exposición al frío, y se contagia de manera directa. Es más frecuente que se transmita de una persona a otra, o a través de áreas en mal higiene.
En caso de que no observes alivio de los síntomas, o si presenta fiebre o conjuntivitis, es preferible que consultes con un pediatra. El especialista le indicará un tratamiento especial para su edad y estado de salud. Esta es la mejor opción, la medicación sin prescripción médica, está contraindicada.
La gripe: congestión nasal
– Permite la ventilación de los espacios en los que se desenvuelve tu hijo.
– Limpia las habitaciones que más frecuenta durante el día y la noche.
– Aleja el olor a cigarrillo, de su campo de alcance.
– Conserva la atmósfera de las habitaciones en un nivel intermedio, no demasiado seco ni muy húmedo. Cuando la temperatura y la humedad no están en valores adecuados, puedes utilizar un deshumidificador.
– En caso de necesitar un aparato para regular el ambiente, es necesario mantenerlo limpio para evitar la creación de moho, puesto que empeora los síntomas de la congestión.
– Evita el uso de ambientadores químicos y productos de limpieza con sustancias muy fuertes, ya que complicarían su malestar nasal. Los niños menores de tres años de edad, sobre todo los recién nacidos, no poseen organismos tan resistentes para soportar estos agentes.
Recomendaciones
– Para eliminar las secreciones nasales a menores de edad o lactantes que aun no saben cómo soplar la nariz, es recomendable la ayuda de un aspirador indicado para bebés.
– Algunos vienen con formas ergonómicas para un fácil agarre; además de que poseen filtros en su interior, pide siempre la recomendación de tu pediatra.
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