Un criterio práctico para tener una dieta equilibrada es la selección de los alimentos por colores, pues cada uno provee nutrientes específicos.
– Alimentos rojos: tienen afinidad con el corazón. Revitalizan, tonifican, calientan. Promueven la circulación de la sangre. Estimulan la sexualidad. Ejemplo: tomates, fresas, remolacha y patilla.
– Alimentos amarillos, naranja y marrones: trabajan con el bazo y el estómago. Estabilizan, equilibran, armonizan, fortalecen. Ejemplo: naranjas, zanahoria, lechosa, auyama, níspero, maíz, yema de huevo, cereales.
– Alimentos verdes: son afines con el hígado. Tonifican la sangre del hígado, desintoxican, depuran. Hojas, vegetales y frutas verdes.
– Alimentos negros: se asocian con el riñón y la vejiga. Nutren la energía profunda del organismo y la sangre, tonifican la esencia, astringen y refrescan. Por ejemplo: uvas, cerezas, ciruelas, caraotas negras.
– Alimentos blancos: controlan los pulmones y el intestino grueso.Sirven para purificar el organismo. Ejemplo: leche, quesos, yogur, arroz.
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