Aunque es la madre quien tiene la bella labor de tener a los hijos durante nueve meses en la pancita, estar presentes de manera activa de parte del padre es vital.
Esta comprobado que ahora el hombre es más comprometido a la hora de compartir labores en el hogar, desde ayudar con los oficios hasta estar más atentos de la educación que reciben los hijos.
Hay elementos claves que ayudan que son tener mucha paciencia y ganas de involucrarse. Aunque es bueno que estén allí para toda la familia, hay oportunidades donde el padre se convierte en el jefe de hogar, qué pasa a solo dar instrucciones, para que la madre las siga, allí se debe hablar del problema latente, porque todo debe fluir en la familia para que el equilibrio exista.
El padre debe ayudar a mamá a cambiar los pañales, realizar los jugos y sopas del bebé, asistir a las consultas pediátricas. Participar en las actividades de la escuela. Incentivarlos a leer, y participar en actividades recreativas.
Compartir la hora de la cena, donde toda la familia pueda conversar sobre las actividades diarias, la relación de la familia debe ser fluida y debe haber el mismo peso la autoridad de mamá y papá. Aunque sean padres novatos, se deben relajar, no hay indicaciones, se puede aprender en el camino, con amor y comprensión. La familia siempre será lo más importante y bien vale la pena, tratar que todo funcione de manera correcta.